ya no quedan opresores

Ya no quedan opresores

Sí, como lo leen, ya no quedan. Yo a veces creo verlos, pero debo tener problemas de percepción. O igual nadie los reconoce. O son algo muy lejano. Hay racismo, pero yo no soy racista (o más bien “yo no soy racista, pero”). Hay machismo, pero yo no soy machista. Mis amigos tampoco. Es algo que flota y que “sí, claro que existe”, pero de forma mágica, no nos toca. Es algo que sucede a otra gente. Yo con decir “no soy racista”, como con un chasquido de dedos, lo tengo incorporado ya en el genoma y todo. Y además, “tampoco hay que exagerar”.

Y lo que es sexista/racista, etc, es ofrecer programas destinados a identidades específicas, que dejen fuera explícitamente al varón blanco occidental. Por ejemplo, ofrecer créditos destinados exclusivamente a mujeres, eso “es sexista”. Da igual que a las mujeres los créditos “normales” (osea, lo que es la norma y que se asocia a lo masculino) le sean negadas en muchas más ocasiones que a los hombres (1). Que ellas no sean capaces de competir, en desigualdad de condiciones con el varón, es culpa suya y no se puede proponer ninguna medida que no las diluya en un “algo para todOs por igual”.

Y hay de a quien se le ocurra que haya una iniciativa específica de apoyo a inmigrantes, que vienen ex profeso a quitarnos las becas y las ayudas a quienes “estábamos aquí antes” (¿antes de qué? ¿de la colonización y el expolio?), y es “racista con nosotrOs”. O mencionar siquiera una propuesta enfocada a mejorar (ligeramente) la vida de las personas trans, que directamente “son raritas” y “lo suyo puede esperar” o incluso “es un capricho pequeño-burgués” y no entra dentro de “los problemas reales de la gente” (nótese que las personas trans no son “gente”).

Las iniciativas tienen que incluir a todOs. Todo debe diluirse en ese “todOs” que sirve para tapar otras identidades que no sean la normativa: varón, joven, blanco, heterosexual, sin diversidad funcional, porque él no es diverso, él es la norma. Son las necesidades de este las que marcan las de “todOs” (¿lo vais pillando?). Su salud es el patrón de salud (3). No es necesario un urbanismo con enfoque de género, ni una economía con enfoque de género, ni una antropología con enfoque de género, ni nada con enfoque de género. Tampoco con otros enfoques específicos. Eso “es discriminación”. No son necesarias políticas específicas para determinados grupos. La igualdad es que todo se diluya en ese todOs”. Los buenos gays son los que no tienen pluma y copian el modo de relacionarse tradicional hetero; las buenas mujeres son las que “son como un tío más”; la extranjería se le nota menos a quien “se integra” (que viene a decir no conservar absolutamente nada de su “atrasada cultura y costumbres”, faltaría más…pero usted vaya a Asia y exija un baño a la occidental, que quien tiene que “donde fueres haz lo que vieres” es “el otro”).

Nadie te va a confesar ser machista o racista, salvo los cuatro nazis y obispos de turno. Sugerirle a alguien que su comentario ha sido machista o racista, suele devenir en su protesta en forma de indignación por la incalculable ofensa a su honor (la ofensa de su comentario es una minucia que sólo escuece a irascibles, exageradas y paranoicas). Racista, machista, homófobo ahora son términos que se toman como insulto, están muy mal vistos socialmente. Estamos más preocupados de ser llamadxs eso, que de serlo…

Sin embargo no cuesta tanto que te reconozcan que “aún hay racismo” o machismo, u homofobia o lo que toque. Pero no nos afecta, “en mi entorno eso no pasa”, son cosas o de otros países y sociedades, otras ideologías, o de otras personas con las que no me relaciono. Somos incapaces de verlo a nuestro alrededor, no vaya a ser que se lo veamos a nuestro novio, a nuestra madre, a nuestra no-es-mi-novia, a nuestros amigos, a mi compañera de curro, o al compañero del colectivo. Porque si lo vemos, se nos hace difícil sugerir que “eso que dices es racista”, “esa opinión es machista porque…”, ya que suele ser tomado como el peor de los insultos, en vez de como una oportunidad de recapacitar, de cambiar a mejor. Pero al actuar así nos estamos negando la posibilidad de construir una sociedad que de verdad incluya, en vez de tanto diluir, o incluso excluir.

Sólo conseguiremos avanzar cuando asumamos que no es un proceso automático. Yo no quiero ser machista, yo no quiero ser racista, no quiero ser transfóbica,… no quiero apoyar una estructura opresora. Pero voy a tener que hacer algo activamente para evitarlo. He mamado de una sociedad que es todas esas cosas, así que el único camino posible es ir descubriendo actitudes, comportamientos, pensamientos, comentarios, o chistes, que me han convertido en eso que no quiero ser, para deshacerme de ello. He atravesado momentos de enorme vergüenza y tristeza conmigo misma al darme cuenta de que tal o cual actitud, opinión, pensamiento, hundía claramente sus raíces en todos esos prejuicios. Pero eso es lo que me ha permitido evolucionar y derribar esas construcciones sociales en mi cabeza. Prefiero ese camino a negarme la posibilidad de convertirme en parte de la solución en vez de ser parte del problema. No consigo entender que eso sea exagerar.

1. Amaranta Herrero, Mariel Vilella (editora) 2009. Las mujeres alimentan el mundo. Ed. Entrepueblos.
2. Cualquier ejemplar de la revista Mujer y Salud. Disponible en http://www.matriz.net/#

A que huelen las nubes…

Pues va a resultar que lo que olían, no era mi regla…sino una mierda que le echan a las compresas desechables y que en contacto con la regla reacciona de manera terrible.

El otro día me comentó una compañera del grupo de consumo que gracias al post de la naturcup

http://www.mundolibertario.org/milicia-cebolla/?p=409

se había decidido a probar la copa y me alegré un montón…primero porque me lea alguien:P

y segundo, porque me encanta poder propagar cosas buenas pa nuestro cuerpo y pa nuestro planeta!

El caso es que fijate cómo pasa el tiempo…es verdad…hace 2 o 3 años…o echando cuentas más (yo me había estancado en el “pos hará más de un año que uso esto” XD)…  el caso es que llevo ya un montón con este método y la verdad es que encantada. Pero me apetecía comentar un descubrimiento que hice el otro día. Por avatares de la vida, no pude echar mano de mi copa y salvaslip de tela, así que utilicé una compresa desechable que me prestaron. Conclusión? a esas cosas les echan algo para que huela mal y nosotras nos acomplejemos.

Suena a conspiración, pero yo no le encuentro otro sentido. Os puedo asegurar que ni los salvaslip de tela, ni las compresas que uso por la noche huelen mal. Yo le levanto, las enjuago y listo para la lavadora, y no percibo ese terrible olor que desprenden las compresas y tampones desechables.

Lo digo porque resulta que muchas amigas me consultan sobre el olor. Y yo me doy cuenta de que ni me había percatado del olor. Y esto se debe a que el olor no es ni intenso, ni desagradable. En serio, ojalá probarais aunque sólo fuera un ciclo menstrual, para comprobar lo que os digo. Y olvidaos de tampones con perfume, pensad en lo que estáis metiendo en vuestras vaginas…

Y desde luego, insisto, es un tacto mucho más agradable que el de los desechables, la copa no te produce esas terribles sensaciones que provocan los tampones, no rasca, no irrita, es una pasada. Y de guarrada no tiene nada. El único truco: botellita de agua contigo para enjuagar la copa y volvertela a poner!

Y vuelvo con la publicidad a maripuritijeritas.blogspot.com.es

compresas y salvaslips (tb pañales) lavables, artesanales, ecológicos, apoyando economías distintas.

 

Historia del movimiento feminista

el compa tepatoken,
en http://www.alasbarricadas.org/forums/viewtopic.php?f=10&t=26221

nos hace un buen resumen de la Historia de este movimiento. Simplemente me gustaría remarcar que es más bien la Historia del Feminismo blanco, ya que no se menciona ni el feminismo negro, ni figuras del feminismo chino, o los feminismos post-coloniales, con aportaciones imprescindibles. Pero con la panzada de revisión bibliográfica se metió el colega, ahí lo dejamos como buena introducción.

Movimiento Feminista

Hoy se celebra, un año mas y ya van 96 años desde que el 8 de marzo de 1911 la militante comunista alemana Clara Zetkin decretara oficialmente este dia como “dia internacional de la mujer”, dia que, a muchos les puede parecer un acto de lucha y protesta social a favor de la igualdad de derechos, otras muchas personas reclaman en este dia la identidad propia de las mujeres y los habrá quien rechacen este dia por ser una festividad impuesta por el estado para victimizar a las mujeres.
Pararé a comentar brevemente algunos aspectos sobre el origen de este dia y luego una reseña sobre la breve historia del movimiento feminista internacional.

El dia 8 de marzo, contra lo que muchos opinan como argumento victimizador, no se basa realmente en el asesinato masivo de mujeres de la fabrica textil de nueva york, un 8 de marzo de 1908 pues ese dia era domingo y no ocurrio ningun suceso, y solamente se podria relacionar con el incendio de la Triangle Shirtwaist Company en el que murieron muchas mujeres, pero el suceso ocurrio un 25 de marzo de 1911, fecha que desde luego no tiene nada que ver con la simbologia usada para la celebración actual de este dia. Asi pues, si se celebra el 8 de marzo como dia de la mujer es debido a otros factores, desconocidos por la mayoria de la gente y que dan lugar al verdadero origen de la festividad, mucho mas parecido por analogía a sucesos como el 1 de mayo, como dia de protesta y lucha social de las mujeres.

Por primera vez se declara este dia en Copenhague en la celebración del II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas el 26-27 de agosto de 1910 ( lo que rechaza la ideal del incendio de la fabrica) liderado por el partido socialdemócrata aleman SPD de Clara Zetkin, que decreta la celebración de un dia internacional de la mujer para el reconocimiento de la lucha por la igualdad politico-social pero donde aun, ni siquiera se da una fecha exacta para el dia, y se deja abierto, y que copia parcialmene la celebración del Women’s Day que se celebraba en estados unidos ya desde 1908.

De este proyecto, nacen diversos actos en todo el mundo, los primeros actos de protesta por la igualdad se situan el 19 de marzo de 1911 en Austria, Dinamarca, Suecia… pero donde no se da esa fecha por algun motivo concreto, sino por que el mes de Marzo estaba repleta de sucesos revolucionarios.

Sin duda, fue la revolucion rusa lo que dio origen a este dia concreto y no otro motivo cuando, el 8 de marzo de 1917, un grupo de mujeres se amotinan por la falta de alimentos, dando lugar al famoso estallido revolucionario de febrero de 1917 y que desencadenaria el inicio de la famosa revolucion rusa de 1917 que como vemos, ademas tiene un origen ligado al activismo de las mujeres rusas. Tras ello, posteriormente, el socialismo declara este dia como ejemplo de la lucha revolucionaria de la mujer y se pasa a decretar el dia de la mujer internacionalmente.

Posteriormente, la ONU se apropia de este dia y lo toma para sí, ignorando totalmente a Zetkin y a la revolucion rusa, quedando en la total ignorancia general de la población los verdaderos motivos de este dia.

El movimiento feminista:
Antecedentes

Así, como orígenes de este movimiento feminista podríamos encuadrar este breve repaso histórico por los procedentes del feminismo en cuatro periodos histórico; el mundo antiguo, la ilustración, la revolución francesa y los sufragismos.

En primer lugar, cabría señalar el papel del feminismo incipiente en las sociedades griegas del Mundo Antiguo. En ella aparecen algunas historias relacionadas con el feminismo, como el caso de las “amazonas” el mito de mujeres que se organizaban en comunidades femeninas en libertad sin la opresión de los varones. En ellas vivían en total autonomía, y eran respetadas por el uso y posesión de armas al instalarse en zonas de reservas de hierro. En su sociedad, los papeles y roles estaban invertidos y se fomentaba una sociedad con predominio de la mujer y sin existencia de la familia tradicional. No obstante y a pesar de que se ha reconocido su existencia, aun su leyenda esta envuelta en el mito.

También destacan otros ejemplos de la época, como Jantipa o Safo. El caso de Jantipa no es muy conocido, se la conoce por ser la mujer del filósofo griego Sócrates, que aparece en los “Diálogos” de Platón como mujer “insumisa y de mal carácter” donde se la muestra constantemente como una mujer en persistente actitud de rebeldía al papel dominante que tanto Sócrates como la sociedad griega parecían asignarle por su condición de mujer, y de la que Sócrates se quejaba por su mal carácter.

También destaca aquí el caso de Safo de Lesbos, famosa poetisa griega cuyos poemas amorosos con temática femenina causaron numerosas teorías acerca de su condición sexual. Posiblemente era maestra de mujeres, enseñándolas artes y letras, aunque el hecho de que mantuviera además relaciones sentimentales con muchas de ellas le ha dado la condición de abanderada del amor entre mujeres y nombre a esa opción sexual, el lesbianismo ( por Lesbos).

En segundo lugar destaca la ilustración, donde ya desde el siglo XVIII las mujeres empezaron a ganar algo de protagonismo social fuera del hogar en los salones, con una participación activa reseñable en los movimientos sociales y literarios de la época. Ya en la ilustración destacan obras clave como “Sobre la igualdad de sexos” de Poulain de la Barre (1673) con inequívoco titulo feminista, donde es la primera obra explícitamente feminista que novedosamente demanda una igualdad de sexos como premisa para una sociedad igualitaria, establece que hombre y mujeres nacen libres e iguales y por tanto tienen todos los mismos derechos, y que dice del feminismo que es la mas alta expresión del igualitarismo radical de la ilustración.

En tercer lugar destaca la Revolución Francesa de finales del siglo XVIII, donde con la influencia de los círculos feministas ilustrados intenta poner en practica estas ideas. En esta época, las mujeres se organizan y reivindican su identidad como oprimidos por su condición de mujeres redactando sus propias peticiones.

Así, se forman clubes de mujeres y centros de reunión social feministas, cuya máxima expresión tiene lugar con la redacción de la llamada “Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana” (1791) por parte de Olympe de Gouges donde reclama abiertamente la necesidad de la igualdad social denunciando el modelo social vigente donde el hombre, “ en la ignorancia mas crasa, quiere mandar como un déspota sobre un sexo que recibió todas las facultades intelectuales”.

Ello se vera complementado poco después con el libro “Vindicación de los derechos de la mujer” (1792) por parte de Mary Wollstonecraft. Con ello, la base para las reclamaciones de igualdad sexual se habían puesto y todas estas bases darían lugar a una intensa campaña de igualdad político-social en los siglos posteriores.

En cuarto y ultimo lugar destaca el movimiento sufragista, situado entre los siglos XIX-XX aunque iniciado a mediados del siglo XIX. Así, tras estos precedentes y con una mayor conciencia, las mujeres se indignan cada vez mas y reclaman su papel en la sociedad. Es debido a ello que las mujeres empiezan a organizarse en movimientos exclusivamente feministas, como es el caso de las sufragistas. Ellas luchaban por la igualdad total de las mujeres en todos los aspectos, según valores democráticos y liberales, además es interclasista pues consideran que la opresión de la mujer no distingue de clases sociales.

Este movimiento cobro amplio protagonismo especialmente en Estados Unidos y Gran Bretaña. Como precedente de ello estaría la llamada “Declaración de Séneca Falls” (1848) en Nueva York, considerado como texto clave y básico del sufragismo. En el, apelan a la ley natural y a la razón como fundamentos para la igualdad social de las mujeres contra todo prejuicio y tradición. Ello se vera reforzado a través de los escritos del liberal John Stuart Mill que escribe “La sujeción de las mujeres”, donde defiende ya abiertamente el derecho de voto femenino en el parlamento británico.

Toda esta campaña a favor del derecho a voto y la igualdad política se lograra tras años de arduas luchas, en la mayoría de casos en los años 20 y 30 del siglo XX donde ya la mayor parte de países aceptan y reconocen el derecho a voto de la mujer.

Esta importancia del movimiento feminista y sufragista hasta el momento se plantea según la ya citada visión de un feminismo interclasista al considerar que todas las mujeres estaban oprimidas por su condición.

No obstante, ello no fue óbice para que ya desde finales de siglo surgieran diferentes corrientes del movimiento obrero que incluyeran las reivindicaciones feministas como parte de su ideario político, y una gran cantidad de militantes feministas saldrán de sus filas. Toman como ejemplo los ideales igualitarios e integradores de Saint Simón, Owen, Engels, Marx, Bakunin…y sobretodo Auguste Bebel que, con su libro “La mujer y el socialismo” inaugura la aceptación de la cuestión feminista como elemento destacado del marxismo. Las bases de esta concepción feminista del marxismo se plantaran cuando en 1907 la militante socialista alemana Clara Zetkin, directora de la revista “Igualdad” organiza una cumbre de militantes feministas mundial, la llamada Conferencia Internacional de Mujeres de 1907.

Desarrollo del feminismo contemporáneo

Sin embargo, el feminismo sufre un periodo no de recesión, pero sí de cierta calma a partir de las dos guerras mundiales. Con la elevada cantidad de muertos y los conflictos mundiales que azotan Europa durante casi 30 años seguidos, parece que cuestiones como el feminismo pasen a un segundo plano. La consecución del derecho a voto, la aparente igualdad de derechos sociales de mujeres y hombre y la organización de movimientos feministas en todo el mundo parecen llevar al feminismo a una situación de conformismo y estancamiento durante mas de 30 años.

Así parece estar la cuestión feminista hasta que, a mediados de los años 60 del siglo XX un libro revolucione de nuevo la cuestión feminista y se reactive ésta con mas radicalidad de lo que lo había hecho hasta el momento.

Es en este momento que aparece una figura clave del feminismo internacional; Simone de Beauvoir.

Simone de Beauvoir nace en Paris el 9 de Enero de 1908 en el seno de una familia burguesa acomodada de la sociedad parisina. Tras estudiar filosofía en la Sorbona conoce a Jean Paul Sartre con el que mantiene una relación sentimental que durara el resto de sus vidas. Durante la guerra mundial se ve obligada a exiliarse y escribe una gran cantidad de libros de filosofía y novela. A pesar de ello, se interesa desde muy joven específicamente en la cuestión del feminismo hasta convertirse en una firme convencida y defensora de los derechos de la mujer que para ella, aun no habían sido conquistados en su totalidad. Esta es la tesis que mantiene en su obra mas celebre, “ El segundo sexo” escrito en 1949, tras una reflexión personal acerca de su propia condición de mujer.

En el, Simone estudia la historia de la mujer, cómo ha sido concebida, en qué situación se encuentra, su evolución histórica, y las formas para mejorar su libertad y su vida.
Para Simone el arquetipo estereotipado de “mujer” ( coqueta, frívola, caprichosa, tonta..) que se da en la sociedad del momento, es fruto de la construcción cultural que ha desarrollado la sociedad a lo largo de la historia. Establece que siempre la mujer se ha considerado en situación de servilismo a lo largo de las épocas como madre, esposa, hija..sin tener una verdadera concepción e identidad propia de mujer como algo autónomo. Ejemplificadora aquí es una frase de ella que dice “No se nace mujer, se llega a serlo”.

Por tanto, el autentico objetivo de las mujeres en el nuevo siglo una vez superadas las conquistas del pasado es alcanzar precisamente esa condición e identidad propia de mujeres, acabar con los estereotipos de la sociedad patriarcal y elevar la categoría de mujer como un elemento autónomo en la sociedad.

Este libro va a ser una de las obras filosóficas mas importantes del siglo XX y que pondrá el punto de partida de un nuevo feminismo combativo que se dedicara a desarrollar sus propias identidades.

Fruto del impacto social que causa este libro entre las mujeres, empiezan ya a partir de los años 60 a surgir diferentes organizaciones y movimiento de carácter feminista. Ejemplo y pionero de ello será la organización fundada por Betty Friedan, autora del revolucionario libro “La mística de la feminidad” (1963), en 1966 llamada National Organization for Women (NOW) una de las agrupaciones mas importantes de los Estados Unidos y cuya creación estará acompañada de un gran revuelo.

Inicialmente de tipo moderado, pronto la organización o parte de sus integrantes variarán hacia posiciones mas radicales. Es una agrupación que cuenta con 500.000 miembros y mas de 500 secciones en todo Estados Unidos.

La propia Betty será la fundadora y primera presidenta nacional de la organización. Durante los años 70, NOW será uno de los principales promotores de las campañas de igualdad de derechos en el país, y su primer manifiesto será escrito en 1966 en el que exhortan a las mujeres a “una completa participación en todos los aspectos de la sociedad americana, ejerciendo todos los privilegios y responsabilidades en colaboración con los hombres”.

Fomentan la participación activa de la mujer en la sociedad para escapar de los viejos roles asignados por la sociedad patriarcal. Establecen además que NOW esta “contra toda opresión, reconociendo que el racismo, sexismo y homofobia están interrelacionados, junto con otras formas de opresión como el clasismo, que junto con las anteriores buscan mantener el privilegio y el poder concentrados en las manos de unos pocos”. Hoy en día como en su fundación NOW establece como prioridades la libre reproducción, luchar contra el racismo, aborto libre, lucha contra la violencia hacia las mujeres, derechos homosexuales o igualdad de sexos en las sociedades de nuestros días.

Es destacable la lucha que NOW protagoniza en 1995 cuando la organización vota contra la Enmienda de Igualdad de Derechos por considerar que la igualdad de derechos bajo la ley no se garantiza y la consideran insuficiente y con pocos visos de que se cumpla. Como rechazo, NOW redacta su propio texto; la Enmienda de Igualdad Constitucional (CEA), reclamando el aborto, lesbianismo… de corte mucho mas radical. A pesar de ello, la CEA no llegara a ser tenida en cuenta.

No obstante y a pesar del compromiso político de NOW y sus dirigente, pronto surgirán en los años 60 y 70 nuevas escisiones y secciones dentro del feminismo en posturas mucho mas radicales y comprometidas abiertamente con los movimientos de la izquierda social, surgiendo una oposición al movimiento liberal y democrático de NOW. Así fruto de estas controversias y divisiones internas dentro del feminismo surge la llamada “Nueva Izquierda”, relacionada con los movimientos sociales en ese momento en auge como feminismo, pacifismo o movimiento estudiantil. La línea común de todos ellos es su afirmación radical y contraria a todo uso reformista de la política y el sistema como método para solucionar sus problemas.

Como consecuencia de este movimiento radical dentro del feminismo aparecerá de una nueva organización feminista, el “Movimiento de Liberación de la Mujer” como forma de organización autónoma, y separada de los varones y del reformismo político.

Así pues, ellas se definían como feministas autenticas o simplemente feministas enfrentadas a las “políticas” como NOW que preferían los métodos del sistema para luchar por sus derechos. Así políticas y feministas protagonizaron a partir de los años 70 un duro enfrentamiento interno por el protagonismo del movimiento feminista internacional. Para las políticas el problema de la opresión venia del capitalismo, y por ello debían mostrarse unidos al movimiento anticapitalista pero dentro de la izquierda política. Las feministas, por el contrario, rechazan esta unión con la izquierda política y reclaman un movimiento autónomo propio y exclusivo de las mujeres de corte radical y contra la dominación de los hombres.

Estos duros e interminables debates caracterizaron el desarrollo del feminismo en la sociedad americana durante los años 70 y pareció al final ahogar todas las iniciativas de renovación feminista que habían surgido hasta el momento. Al final el feminismo radical o simplemente feminismo acabo desarrollándose de manera mas exitosa entre los círculos sociales mas comprometidos, y encontró su época de esplendor entre los años 60 y 70, y ellos a través de dos obras básicas, “Política sexual” de Kate Millet y “La dialéctica de la sexualidad” de Sulamit Firestone , ambas de 1970.

En ellas se establecen criticas contra el patriarcado como sistema de dominación básico. Consideran que todos los varones sin excepción reciben los beneficios económico-sociales del patriarcado, y por ello ejercen una critica contra ellos.

Ello dará lugar a la formación de una nueva agrupación la New York Radical Women en 1967, cuyo manifiesto fundacional establece que “el fin de la dominación masculina es obtener satisfacción psicológica para su ego y ello se manifiesta en las relaciones económicas”. Esta organización funcionaba como grupos de autoconciencia, donde se hacían asociaciones de mujeres locales y en ellos cada una explicaba como sentía personalmente la opresión y discriminación sexual. Eran organizaciones asamblearias, iguales y totalmente antijerarquicas.

Ejemplos de este activismo radical aparte de organizaciones de base, eran muestras públicas de fuerza y rabia contra el sistema como manifestaciones, sabotajes, o actos impactantes como quema de sujetadores y corsés. Así el feminismo radical consiguió que sus impactantes proclamas fueran oídas por todos los miembros de la sociedad americana.

Además, surgen tendencias mas radicales dentro de ella como el feminismo de la diferencia que literalmente resalta las incompatibilidades con los hombres, las reconoce y aviva para estimular una desigualdad y rechazo a lo masculino animando así mismo el “affidamento” o el fomento de la superioridad y autoridad de la mujer en la sociedad, impulsando el lesbianismo. Fruto de esta nueva corriente mas radical del feminismo es la aparición en diversos lugares de Europa de diferentes agrupaciones de este tipo, que reclaman las diferencias con el hombre y el enaltecimiento de éstas como algo positivo para la mujer. Como ejemplo de ello estarían grupos como “Psychanalyse et Politique” en Francia, aparecido en los años 70, como bandera del feminismo radical francés, el cual critica muy airadamente al feminismo moderado o feminismo por fomentar la igualdad entre sexos, algo que ellas consideran reformista y colaboracionista con la explotación de la mujer y no evita lo mas mínimo la dominación y opresión masculina. Sus partidarias son de gran activismo y proponen acciones vistosas contra el feminismo moderado como contra la sociedad patriarcal.

También esta el caso del feminismo radical italiano, nucleado a través de manifiestos como “Rivolta femminile” o “Escupamos sobre Hegel” firmados por la militante feminista italiana Carla Lonzi, ambos cercanos al grupo feminista radical italiano DEMAU (Demistificazione autoritarismo patriarcale) surgido en torno a finales de los años 60 e inicios de los 70.

No obstante las divisiones internas y los continuos debates de actuación acabaron por quemar y agotar estas iniciativas dentro del feminismo.

En los años 80, surgen nuevas tendencias dentro de este feminismo como es la creación en 1981 de la revista “Nouvelles Questions Feministes” por parte de Simone de Beauvoir de entorno francófono, se dedica a difundir las reflexiones teóricas y políticas de los movimientos de todo el mundo, de tipo feminista, materialista y radical, elaborada en los movimientos de liberación de los años 70 cuyo espíritu recoge perfectamente. La revista trabaja para eliminar la diferencia de sexos existente en la sociedad y contra el sistema patriarcal en pro de una sociedad igualitaria.

Desde el 2001, NQF posee una comité de redacción franco-suizo formado por mas de 40 mujeres en diversas materias. Publica 3 números al año entre 144 y 168 paginas cada y editado en Lausana.
A su vez, este feminismo social, también tiene un eco importante en España entre los años 70 y 80, en plena descomposición de la dictadura franquista. En España, por su carácter eminentemente católico, el feminismo ( a pesar de contar con grandes representantes como Clara Campoamor, Margarita Nelken, Victoria Kent, Dolores Ibarruri,..) no va a ser un movimiento muy destacado. Pero se hace eco del movimiento feminista mundial, y a partir de 1975 activa su desarrollo en el estado español. Fruto de ello va a ser la celebración a finales de 1975 en el Colegio Montserrat de Madrid de las Primeras Jornadas de Liberación de la Mujer, con 500 mujeres de toda España con 3 días de duración e intensos debates internos. Un año mas tarde, en 1976 como continuación se celebra en Barcelona las Primeres Jornades Catalanes de la Dona. En ambas se dejaba entrever ya el influjo de las divisiones internacionales también aquí, entre las políticas y feministas.

Como consecuencia nacen en esta época una gran cantidad de grupos y organizaciones feministas en todo el estado de diverso tipo; las políticas, como el Movimiento Democrático de la Mujer, vinculado al PCE. En 1975 se crea Asociación Democrática de la Mujer, vinculada al PTE-ORT de tipo interclasista e integrador que fue, sin duda, alguna la mas destacada y numerosa. También estaban las feministas como el Colectivo Feminista de Madrid de Cristina Alberdi de tipo autónomo interesado en la lucha especifica de los problemas de las mujeres.

Entre las reivindicaciones mas inmediatas de los colectivos feministas del momento, en una sociedad, aun inmersa en el machismo institucional y social, estaban la no discriminación legal por sexo, despenalización de anticonceptivos, eliminación del delito de adulterio femenino, o la tan celebre Ley del divorcio de 1981 y Ley de la despenalización del aborto de 1985 que tras numerosas y masivas manifestaciones feministas por las calles españolas consiguieron reconocer y conquistar esos derechos para las mujeres.

También en los últimos años a partir de los 80 ha aparecido una nueva forma de feminismo, el llamado feminismo institucional a través de carteras ministeriales encargadas de los asuntos de las mujeres. Como ejemplo de ello es la aparición en España en 1983 del Instituto de la Mujer que asegura la atención de las reivindicaciones feministas a nivel local pero lo hacen con subvenciones del estado, por lo que se limita mucho sus reivindicaciones y movimientos de base.

Nuevas tendencias del feminismo actual

Actualmente, el movimiento feminista, desde los años 80 en adelante se ha dividido en dos nuevas tendencias que se han desarrollado y que suponen un nuevo reto a la pervivencia de los movimientos feministas en la sociedades actuales.

Entre estas nuevas tendencias del feminismo que lo revitalizan esta el ecofeminismo y el ciberfeminismo.

El ecofeminismo; Actualmente, feminismo y ecologismo son dos movimientos en auge, que aunque hayan tenido históricamente un desarrollo separado, sin embargo pueden converger, siendo unos de los movimientos sociales mas destacados a finales del siglo XX. No obstante, aunque ambos puedan en algún momento converger entre si, ello no implica que exista una relación especial entre ambos que lo caracterice por encima del resto. Sin embargo, puntualmente pueden existir acercamientos entre ambos, como puede ser la relación o el papel que pueda jugar la mujer en la llegada de una nueva sociedad según un desarrollo sostenible y ecológico.

Otro ejemplo podría ser el interés que las mujeres y el movimiento feminista internacional debería tener en el ecologismo y el medio ambiente, ya que generalmente, las mujeres del tercer mundo subdesarrollado suelen ser las mas afectadas en el tema del ecologismo y la destrucción paulatina del medio ambiente. Este ecofeminismo, también tiene a su vez un desarrollo y precedente históricos, donde ya en su libro “El segundo sexo” Simone de Beauvoir denuncia que la exclusión femenina de la sociedad patriarcal se debe a la identificación de esta como naturaleza por parte del varón superior que se reserva para si los beneficios de la civilización. Así se denuncia una identificación y vinculación del pensamiento patriarcal de la mujer-naturaleza para justificar la superioridad y la dominación.

Un ejemplo de ello seria el caso del filosofo alemán Georg Hegel, el cual desarrolla un pensamiento sexista al vincular la mujer a las formas de vida mas inferiores de la naturaleza como animales o plantas. En ello la mujer es la esperanza de regeneración de la vida y la naturaleza contra la corrupción desencadenada por el hombre. Como ejemplo de esta alternativa seria, el manual ginecológico alternativo de “Colectivo de Mujeres de Boston” donde denuncian los peligrosos efectos secundarios de los anticonceptivos destinados únicamente a la satisfacción personal de los hombres exclusivamente. Esta preocupación por el cuerpo y la naturaleza es un buen ejemplo de este incipiente ecofeminismo.

También podemos encontrar un ejemplo claro de estas tendencias relacionadas con la teoría feminista de la naturaleza en experiencias prácticas, como el caso de los textos de Vandana Shiva, el constructivismo o la experiencia de Greenham Common.

Por un lado destaca la figura de Vandana Shiva, física y filosofa india, que realiza una dura critica al sistema tecnológico occidental colonizador del mundo. Establece que “ lo que se conoce como desarrollo, es un proceso de violencia contra la mujer y la naturaleza en todo el mundo que tiene sus raíces en postulados patriarcales de dominación y centralización”. Como influencia derivada de ello, fomenta la aparición de numerosos movimientos de resistencia contra ese mal desarrollo tecnológico, cuyo ejemplo mas claro se sitúa en las mujeres de Chipko, que frenan el desarrollo de la deforestación del Himalaya atándose a los árboles para evitar su tala masiva. A su vez, este movimiento femenino, extiende la lucha naturista a otros movimientos como el feminismo y rechazo de la violencia de genero o la lucha política.
También podríamos señalar aquí el caso del ecofeminismo constructivista, con las tesis de la economista Bina Agawal, según un ambientalismo realizando una asimilación mujer-naturaleza, con mujer-economía domestica, lo que hace generar en ellas una conciencia ecológica.

Por ultimo destacaría un caso practico del ecofeminismo que pondría como ejemplo el desarrollo real de este movimiento en el caso de Greenham Common. Este centro se denomino como Greenham Women’s Peace Camp, que se establece en la base militar de Greenham Common, en 1981 en el sur de Inglaterra, cerca de Newbury, como protesta contra el uso de la base militar y los usos de misiles y artefactos nucleares en la zona, que se venia dando por acuerdo, como base militar estadounidense.

Como protesta, en 1981, unas 30.000 mujeres se concentración en los perímetros vallados del campo militar y dándose las manos unas a otras formaron un gran lazo humano de protesta , y el establecimiento en los aledaños a la base militar de un campamento social feminista que dura hasta la actualidad y que sirve como centro social para las mujeres. Como reacción, la policía y el ejercito usaban todo tipo de abusos físicos y verbales para intentar neutralizarlas, pero sin ningún éxito en sus pretensiones, pues ellas contrarrestaban con un método de actuación no violento que les granjeo el apoyo de la sociedad.

El ciberfeminismo; Por ultimo cabria señalar un nuevo movimiento que ha surgido en los últimos años como innovación de los métodos feministas. Ello se realiza según nuevas cuestiones que aparecen en las sociedades tecnológicas de nuestros días, como son el motivo del escaso numero de mujeres en el mundo electrónico, o las escasas mujeres programadoras o “hackers” y es que, a pesar de que a estas alturas las mujeres ya han contribuido en su medida al mundo electrónico, aun son muy pocas las que forman parte de éste. Una de las principales militantes y criticas de este movimiento en auge, es la catedrática norteamericana Donna Haraway quien, en 1985 lanza un ensayo el llamado “ The Cyborg Manifesto”según el cual plantea la necesidad de incorporar el cyborg (cybernetic organism) como un elemento de lucha del feminismo actual, según sus propias declaración como “somos todas cyborgs”.

Establecen además estas ciberfeminista un especial rechazo hacia el feminismo de los años 60 y 70 por su negativa rotunda a abrirse al mundo tecnológico, despreciándolas y expulsándolas a un lugar de marginación y exclusión en el movimiento neofeminista cibernético de la actualidad.
Un ejemplo además de esta nueva corrientes seria el llamado “cibergrrl-ism” o “patria grrrl”, que es la plasmación practica del ciberfeminisno en Internet, las cuales generan diferentes nombres de agrupaciones según su identidad ciberfeminista o grrl, como son webgrrls, riot grrls, guerrilla grrrls, bad grrrls…….como muestra de la representación cultural neofeminista en el ciberespacio y todo ello con muchas y variadas actividades cibernéticas, como son listas de emails de contacto, foros de discusión, o fanzines políticos feministas sobre ideología y contra el patriarcalismo y la discriminación sexual, y con un común desprecio y desinterés por la política como método y forma de lucha feminista. Este movimiento, si bien no supone un desafío a las estructuras patriarcales de la sociedad, si al menos, supone un soplo de aire fresco e innovación a lo que parecen anticuados y pasados métodos de lucha político-social o al menos como método alternativo y moderno de lucha por los mismos ideales de hace dos siglos.

Conclusión

Hemos visto a lo largo de este breve resumen como el feminismo, como método de lucha por los ideales de la igualdad de la mujer o en algunos casos de la liberación y superación de viejos dogmas sociales de un anticuado y anclado en el pasado sistema social patriarcalista, han mostrado diferentes y diversas caras a lo largo de la historia.

Han tenido un gran eco y desarrollo en el panorama social de finales del siglo XIX y mediados del siglo XX, para pasar a ser casi un hecho del pasado, cuando la mayoria de la población cree superados unos ideales que muchas personas aun piensan que permanecen latentes hoy día.
Hoy en día, que parece que la integración política, social y laboral es un hecho para las mujeres en igualdad a los hombres, y que las viejas reclamaciones radicales de las feministas son retales del pasado, sin embargo, si nos paramos a analizar la actualidad y la realidad nos damos cuenta de que están mas en auge que nunca; discriminación sexual en numerosos ámbitos de la vida cotidiana ( trabajo en desigualdad salarial en muchas ocasiones, discriminación laboral por sexo, acoso sexual, publicidad sexista, justicia con muchas referencias patriarcales…) o tan tristemente celebres hoy en día en nuestras sociedad con casos tan lamentables y reaccionarios como la mal llamada “violencia de genero” que, tras un velo de bonitas palabras, parece ocultar la verdad léxica de lo que en realidad es violencia sexista, machista y patriarcal.

Es por ello que hoy en día, nuevas asociaciones no gubernamentales han surgido como el caso de Amnistía Internacional, que se encarga de denunciar los casos de abusos contra los derechos humanos y que en este caso también han generado una gran polémica, por ejemplo en el caso del estado español donde las cifras de violencia sexista son cada vez mas alarmantemente mayores, por lo que esta organización no ha dudado nunca en realizar numerosas campañas a favor de los derechos de las mujeres y denunciado vorazmente lo que ya parece tomar cifras casi de genocidio por el numeroso índice de asesinatos de mujeres por contenido sexista solamente desde la transición ( no olvidemos que en el franquismo ello lejos de ser delito, estaba justificado por la mentalidad cristiana del régimen dictatorial).

Por ello hoy en día el feminismo, aunque no se deje ver tanto en los grandes medios de comunicación, esta latente y mas de actualidad que nunca en organizaciones de derechos humanos, organizaciones de bases, locales y asamblearias que día a día trabajan para reducir los efectos negativos de una sociedad aun sumida en los ideales patriarcales y que lucha casi dos siglos después de sus inicios por lograr una total liberación de la mujer en todos los aspectos de la vida.

BIBLIOGRAFÍA:

PALMA, Borrego, Mª José : “Contra la igualdad histórica del movimiento de liberación de las mujeres y critica feminista al psicoanálisis y la filosofía”, Universidad de Cádiz, 2001
AGUSTÍN PUERTA, Mercedes: “Feminismo, identidad personal y lucha colectiva”, Universidad de Granada, 2003
MORENO Seco, Mónica: “Manifiestos feministas”, Universidad de Alicante, 2005
ESCARIO, Pilar: “Lo personal es político. Movimiento feminista en la transición”, Instituto de la Mujer, 1996
JORNADAD DE DEBATE DE FEMINISMO SOCIALISTA” Primeras jornadas de debate de la corriente feminismo socialista”, Movimiento Feminista, 1984
INSTITUTO DE LA MUJER” Las mujeres jóvenes y el trabajo”, Instituto de la Mujer, 2006
BEAUVOIR, Simone de : “Le deuxieme sexe”, Gallimard, 1949
TROTSKY, León: “La revolución traicionada”, Fundación Federico Engels, 1991
Buhle, Mari Jo: “Women and american socialism”
ALVAREZ GONZALEZ, Ana Isabel: “Los origenes del dia internacional de la mujer” 1999

http://www.amnistiainternacional.org/

http://www.now.org/

http://www.creatividadfeminista.org/

http://www.mtas.es/mujer/

Perritos perdidos

Me he topado hoy con una de las geniales reflexiones del Maestro Salamandra.
Tus pies ya no andarán sobre este mundo,
pero tus palabras seguirán andando sobre nuestras conciencias.

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Perritos perdidos

Un perro perdido es ese perro sin amo que se va siempre detrás del primero que pasa y que los puedes ahuyentar a pedradas si quieres o hacerles mil putadas. Todos tenemos necesidades afectivas y las relaciones, esporádicas o estables, nos ayudan a satisfacerlas y son buenas para la autoestima cuando son gratificantes. Otra cosa es cuando eso se busca compulsivamente o degrada a las personas que, por lo que sea, están dispuestas a intercambiar sexo por aceptación o un par de palabras amables y después se sienten un trapo.

Los “antisistema” estamos aburridos de advertir (casi siempre en ojo ajeno) sobre el peligro del consumismo compulsivo, el alcoholismo compulsivo, el pastilleo, los porros… La anorexia también la vemos mal, pero se nos queda fuera la sexualidad compulsiva, que es algo que también fomenta la televisión hora sí y hora también y se ha convertido en una forma de relación que todavía se contempla como guay y casi casi necesaria para no sentirte un miserable en esta vida. Y la sexualidad es algo muy delicado que influye en las personas por lo menos tanto como las drogas. ¿Qué pasa, que porque juguemos a detectar la sexualidad subliminal de la publicidad comercial y no compremos coches estamos ya liberados de todas las dinámicas mentales opresoras?

Cuando se habla de promiscuidad se trata de definir una conducta de sexualidad que puede ser libre o meramente desordenada, sin distinguir ni pararse a mirar en lo que mueve a las personas a adoptar esa forma de sexualidad. Desde el machismo tradicional hay muchos nombres para las promiscuas: calentorra, cachonda, ninfómana, puta… Esos nombres sirven para despreciar a las mujeres que no llegan vírgenes al matrimonio –qué escándalo- o no casan con las normas tradicionales, pero también etiquetan a algunas mujeres que realmente son incapaces de controlar su propia sexualidad y se convierten en objeto y presa de quien quiera pasárselas por la piedra.

En nuestra especie, como en todas, la sexualidad marca las relaciones sociales. La ligamos a la afectividad pero, a través del lenguaje, también a la jerarquía. El lenguaje de la sexualidad puede dividir nuestro mundo en jodidos y jodedores: las personas jodidas, machos o hembras, son rebajadas, valen menos. Esa ambigüedad en el lenguaje no es casual. A todos nos ha puesto el gato el culo en pompa para reconocer su sumisión y la sodomía también es una forma de establecer jerarquías entre animales gregarios. Hasta hace bien poco era normal entre las personas elegir una mujer y ligarla a ti por medio de la violación, que es lo habitual en el resto del reino animal y no deja de ocurrir entre personas. Violentar la voluntad ajena a través del sexo sigue siendo una forma de obtener sumisión.

De acuerdo con que hemos sido capaces de civilizarnos más allá de esos esquemas de manada de mandriles y sabemos que la sexualidad también se puede vivir de una manera más libre, pero también puedo visitar páginas porno y ver lo que esperan muchos hombres de las chicas que se abren de piernas ante la cámara: junto con toda la colección de mujeres de otras razas, sexo con animales y demás podemos encontrar: lolitas, cachondas, borrachas… y me temo que los ojos de algunas “sucias adolescentes rusas” mirando a la cámara los he visto fuera de las fotos, en la “vida real”. El gran negocio del porno suele reproducir el esquema del sexo como acto de dominación. Las miradas de muchas de esas mujeres son terribles.

Igual que existe la figura del tonto del pueblo existe otra menos publicitada: la puta del pueblo. A la “puta” de mi pueblo se la han follado entre varios más de una vez, le han hecho de todo. También he oído contar historias de “putas” de pueblo tiradas desnudas en cunetas, con la memoria bloqueada, folladas entre varios sobre una mesa de billar, penetradas con animales, objetos… igual que sabemos que se viola en grupo a muchas inmigrantes para quebrar su voluntad y poder prostituirlas más cómodamente. A eso se le llama esclavitud sexual y no sólo lo practican los rumanos malosos, sino también Fuenteovejuna. Igual que el virgo sigue garantizando en más de medio mundo que quien lo rompa poseerá a la desvirgada para siempre. El lenguaje del sexo y la posesión vuelve a entrelazarse. No siempre hay violencia en estos actos, a menudo es mera cuestión de costumbre. A veces la función de los chulos se diluye en el colectivo pero sigue funcionando.

Hay veces que la “puta” tiene una necesidad compulsiva de cariño o aceptación (que aumenta con cada nueva humillación) y se deja arrastrar a donde sea. Piensa que a través de su sexualidad va a poder ejercer poder u obtener respeto y en realidad …(susurro o apunte mental: “esta es una cachonda”). Piensa que obtendrá ese poder y esa autoridad, esa estima que se niega a sí misma, a través de las que tiene quien se la folla. Lo que se llama la erótica del poder, de donde nacen las groupies. Y seguro que hay infinidad de motivos más y que siempre se combinan tantos como el cacao mental de quien los arrastra. También hay mujeres que, efectivamente, ejercen y obtienen poder a través del sexo, pero ahora no estamos hablando de ellas.

No sé cómo habrán roto o abusado de la curiosidad sexual infantil de aquellas mujeres que sólo saben relacionarse afectivamente abriéndose de piernas, no sé qué hostias puede haberle pasado a cada una de ellas. Ahora no estamos hablando del subidón de ¡qué tía estás hecha!, sino de las mujeres que se entregan para escapar del bajón de ‘no valgo nada’. No son conquistas sino rendiciones, no son vencedoras sino carnaza. Mucha gente no consigue escapar de su papel de víctima, incluso se recrea en él. ¿debemos por ello aprovecharnos de la situación los demás? En la tele se hartan de decirnos que hay que follar mucho (risas enlatadas).

¿Miseria sexual? ¿Quién, nosotros? ¿Nosotras? ¡Pero si llevamos camisetas políticas y vamos a centros sociales! ¡No ponemos etiquetas machistas! ¡No existe algo así como la puta del centro social!

Cada fin de semana por lo menos un rollo, a ser posible, entre gente que se pone hasta el culo de todo y olvida que no se debe utilizar a los demás para satisfacer las propias necesidades y sálvese quien pueda y quien no, que se joda. A lo mejor estamos siguiendo conductas compulsivas, dañinas en muchos aspectos, mientras mantenemos la ficción del buen rollo, de creernos todos libres (¡nosotros: la vanguardia de las libertades venideras!) y curados de espanto. Al no empezar a plantearnos a partir de qué grado de borrachera te estás aprovechando de la situación. Al no reflexionar (es muy complicado todo) si puede haber daño sin violencia. Porque casi todos y casi todas podríamos llegar a sentirnos mal en un momento dado y es mejor correr un tupido velo que enfrentarse a las propias miserias. Y por eso la conciencia de la miseria sexual no se da ni en el ámbito privado, la única miseria sexual parece ser que no se folle, ¡como para abordar abiertamente el tema si mucha gente no conoce o no se plantea la mierda que le rodea!

Los machistas de toda la vida han condenado a mujeres con una labilidad que puede ser pasajera (un error o una mala racha) o simplemente entienden la sexualidad de otra manera a ser eternamente putas, cachondas, ninfómanas porque esa etiqueta da patente de corso a los triunfadores, que suelen ser ellos mismos una panda de borrachos frustrados de la vida. Sin embargo, sin ser puta oficial de ningún colectivo especialmente machista, también hay mujeres que van dando tumbos de grupo en grupo hasta que, se cansan de ellas, las rechazan o pasan a otro ambiente donde no las conocen todavía ni se les ocurre pensar que lo suyo es un problema. ¿Nadie ha conocido a nadie así? Tampoco ayuda lo contrario: pensar que esas personas que van dando tumbos de asiento trasero en asiento trasero, váter en váter y cama en cama son triunfadoras admirables.

Si ya es duro reconocer que se está deprimido o se tiene un desorden alimenticio, qué duro debe de ser vivir con un problema con implicaciones tan directas con nuestra afectividad y nuestro lugar en el grupo, qué duro ver que te has dejado utilizar, recuperar la autoestima y afrontar lo que viene después de la resaca con la cabeza alta y la mente despejada. No es raro que las personas huyamos hacia delante.

Por qué no son suficientes macho y hembra

Bueno, sé que esto de romper con el binarismo sexual es complicado, vamos a ver si con este texto conseguimos algo.

Por qué no son suficientes macho y hembra (2)

Texto de Anne Fausto-Sterling (3), traducido por Rafael Freda

En 1843 Levy Sudam, residente de Salisbury, Connecticut, de veintitrés años de edad, pidió al consejo de gobierno de la ciudad(4) que avalaran su derecho a votar como Whig(5) en una elección local ardorosamente debatida. La solicitud suscitó una lluvia de objeciones del partido de la oposición, por razones que deben ser raras en los anales de la democracia norteamericana: se decía que Suydam era más hembra que macho y por consiguiente (alrededor de ochenta años antes de que el sufragio fuera otorgado a las mujeres) no se le podía autorizar a emitir el voto. Con el fin de resolver la disputa se trajo a un médico, un tal William James Barry, para examinar a Suydam. Y, presumiblemente por haber encontrado un falo, el buen doctor declaró que el votante en prospectiva era macho. Con Suydam a salvo dentro de sus filas, los Whighs ganaron la elección por una mayoría de un voto.

Sin embargo, el diagnóstico de Barry resultó ser algo prematuro. En el lapso de unos pocos días se descubrió que, no obstante el falo, Suydam menstruaba con regularidad y tenía abertura vaginal. Tanto su complexión física como sus predisposiciones mentales eran más complejas de lo que se sospechó al principio. Tenía hombros estrechos y caderas amplias y sentía deseos sexuales ocasionales por mujeres. Más tarde Barry escribió que “muchos subrayaron las propensiones femeninas [de Suydam], tales como el gusto por los colores alegres, por las piezas de tela estampada, que comparaba y combinaba, y una aversión por el esfuerzo físico, y una incapacidad para ejecutarlo”. No se sabe si Sudyam perdió o retuvo su voto, o si los resultados de la elección fueron impugnados.

La cultura occidental está profundamente comprometida con la idea de que hay solamente dos sexos. Incluso el lenguaje se rehúsa a otras posibilidades; por eso para escribir sobre Levi Suydam he tenido que inventar convenciones(6) para denotar a alguien del que resulta claro que no es ni macho ni hembra, o que quizás pertenece a ambos sexos a la vez. Legalmente, además, todo adulto es o bien hombre o mujer, y la diferencia, por supuesto, no es trivial. Para Suydam significó el derecho político; hoy en día significa estar disponible para, o exento de, la conscripción obligatoria, así como estar sujeto, de diversas maneras, a una cantidad de leyes que regulane el casamiento, la familia y la intimidad humana. En muchas partes de los Estados Unidos, por ejemplo, dos personas legalmente registradas como hombres no pueden tener relaciones sexuales sin violar la legislación contra la sodomía.

Pero si el estado y los sistemas legales tienen interés en mantener un sistema bipartidista sexual, lo hacen en desafío a la naturaleza. Porque, hablando biológicamente, hay muchas gradaciones en lo que va de hembra a macho; y dependiendo de cómo se establezcan las reglas, se puede argüir que a lo largo de esa gama hay por lo menos cinco sexos… y quizás más.

Por cierto tiempo los investigadores médicos han reconocido el concepto del cuerpo intersexual. Pero la literatura médica habitual usa el término intersexo como un receptáculo indiscriminado para tres subgrupos principales con algún grado de mezcla de características de hembra y de macho: los así llamados hermafroditas verdaderos, a los que llamo hermafros, que poseen un testes y un ovario (los vasos o gónadas que producen esperma y óvulos); los seudohermafroditas machos (los “machermafros”), que tienen testes y algunos aspectos de los genitales propios de la hembra, pero no tienen ovarios; y los seudohermafroditas hembras (los “hembrermafros”), que tienen ovarios y algunos aspectos de los genitales propios del macho, pero que carecen de testículos. Cada una de estas categorías es compleja en sí misma; el porcentaje de características de hembra y de macho, por ejemplo, puede variar enormemente entre miembros del mismo subgrupo. Más aún: las vidas interiores de las personas de cada subgrupo (sus necesidades especiales y sus problemas, atracciones y repulsiones) son hasta ahora terreno inexplorado por la ciencia. Pero basándome en lo que se sabe de ellos sugiero que los tres intersexos, hermafros, machermafros y hembrermafros(7), merecen ser considerados sexos adicionales, cada uno por derecho propio. A decir verdad, iré más lejos en mi argumentación: diré que el sexo es un continuo vasto e infinitamente maleable que desafía los límites de incluso cinco categorías.

No debe ser sorprender que sea difícil estimar la frecuencia de la intersexualidad (y mucho más lo es estimar la frecuencia de cada uno de los tres sexos adicionales): no es la clase de información que uno se apura a consignar en un pedido de trabajo. El sicólogo John Money, de la Universidad Johns Hopkins, que es especialista en el estudio de los defectos congénitos de los órganos sexuales, sugiere que los intersexuales pueden constituir hasta un cuatro por ciento de los nacimientos. Como suelo señalar a mis estudiantes de la Universidad de Brown, en un cuerpo estudiantil de alrededor de seis mil esa fracción, si es correcta, implica que puede haber hasta 240 intersexuales en el campus universitario… con seguridad, un número suficiente para formar algún tipo de grupo de presión política de minorías(8).

Sin embargo, en la realidad pocos estudiantes de esta clase llegarían tan lejos como la universidad en una forma sexualmente diversa. Avances recientes en fisiología y tecnología quirúrgica han hecho que ahora los médicos sean capaces de actuar sobre la mayoría de los intersexuales en el momento del nacimiento. Casi inmediatamente esto niños son ingresados a un programa de manejo hormonal y quirúrgico, de modo que pueden deslizarse silenciosamente dentro de la sociedad pasando por machos o hembras heterosexuales “normales”. Subrayo que el motivo de ningún modo es conspirativo. Las metas de esta forma de proceder son genuinamente humanitarias, y reflejan el deseo de que la gente sea capaz de “fit in” (adecuarse al grupo) tanto física como sicológicamente. En la comunidad médica, sin embargo, los axiomas que hay detrás de ese deseo (que existen solamente dos sexos, que únicamente la heterosexualidad es normal, y que existe un único modelo verdadero de salud sicológica) han llegado hasta el momento actual virtualmente sin sufrir examen.

La palabra hermafrodita viene de los nombres griegos Hermes y Afrodita. Hermes es conocido bajo diversos nombres: el mensajero de los dioses, el protector de la música, el controlador de los sueños y el protector de los rebaños; Afrodita es la diosa del amor sexual y la belleza. De acuerdo con la mitología griega, estos dos dioses engendraron a Hermafrodito, quien a los quince años se volvió medio macho y medio hembra cuando su cuerpo se fundió con el cuerpo de una ninfa de la que se enamoró. En algunos de los hermafroditas verdaderos testes y ovarios crecen separadamenmte pero bilateralmente; en otros crecen juntos dentro del mismo órgano, formando un ovotestes. De modo no infrecuente, por lo menos una de las gónadas funciona bastante bien, produciendo o bien esperma o bien óvulos, así como niveles funcionales de hormonas sexuales (andrógenos o estrógenos). Aunque en teoría podría ser posible que un verdadero hermafrodita llegase a ser a la vez padre y madre de un niño, en la práctica los ductos y tubos apropiados no están configurados de modo que el óvulo y el esperma puedan encontrarse.

En contraste con los verdaderos hermafroditas, los seudohermafroditas poseen dos gónadas de la misma clase, junto con la habitual estructura cromosómica del macho (XY) o de la hembra (XX). Pero sus genitales externos y su características sexuales secundarias no hacen juego match con sus cromosomas. De este modo, los machermafros tienen testículos y cromosomas XY, pero también tienen vagina y clítoris, y en la pubertad a menudo desarrollan senos. Sin embargo, no menstruan. Las hembrermafras tienen ovarios, dos cromosomas X y a veces útero, pero también tienen genitales externos por lo menos parcialmente de macho(9). Si no media intervención médica, pueden desarrollar barbas, voces graves y penes de tamaño adulto.

Ningún esquema de clasificación puede hacer más que sugerir la variedad de anatomía sexual encontrada en la práctica clínica. En 1969, por ejemplo, dos investigadores franceses, Paul Guinet (de la Clínica Endocrinológica de Lyons y Jacques Decourt de la Clínica Endocrinológica de París, describieron noventa y ocho casos de verdadero hermafroditismo (dando nuevamente a esta palabra el significado de personas con ambos tipos de tejido, ovárico y testicular), únicamente de acuerdo con la apariencia de los genitales externos y de los ductos acompañantes. En algunos casos las personas mostraban un alto grado de desarrollo priopio de la mujer(10). Tenían aberturas separadas para la vagina y para la uretra, una vulva en hendidura definida por las labias (o labios vaginales) tanto menores como mayores, y en la pubertad desarrollaron senos y generalmente comenzaron a menstruar. Fue el clítoris de gran tamaño y sexualmente alerta, que a veces amenazaba en la pubertad en crecer hasta ser un pene, lo que generalmente los empujaba a buscar atención médica. Miembros de otro grupo también tenían senos y un cuerpo del tipo de las hembras(11), y también menstruaban. Pero sus labias estaban al menos en parte fusionadas, formando un escroto incompleto. El falo (que en este contexto es un término embriológico que designa una estructura que durante el desarrollo habitual sigue su camino hasta formar o bien un clítoris o un pene) medía entre 3,71 cmts. y 7, 11 cmts(12); sin embargo, orinaban a través de una uretra que se abr ía en la vagina o cerca de ella.

La que de lejos es la forma de verdadero hermafroditismo con que más se toparon Guinet y Decourt (alcanzó el 55%) parecía tener un físico más propio del macho(13). En estas personas la uretra corre a través del falo o cerca del falo, que se parece más a un pene que a un clítoris. En el caso de que haya sangre menstrual, encuentra periódicamente salida al orinar. Pero a pesar de la apariencia de los genitales, relativamente característica del macho, aparecen senos en la pubertad. Es posible que un muestreo mayor de noventa y ocho de los así llamados “verdaderos hermafroditas” presentara todavía más contrastes y sutilezas. Baste decir que las variedades son tan diversas que es posible saber qué partes están presentes y qué está unido a qué solamente después de la cirugía exploratoria.

Los orígenes embriológicos de los hermafroditas humanos casan claramente con lo que se sabe del desarrollo sexual del macho y la hembra. La gónada embriónica generalmente elige temprano en el desarrollo seguir un sendero o bien de macho o bien de hembra; sin embargo, para el ovotestes esa elección está incumplida. De un modo similar, el falo embrionario en la mayoría de los casos termina siendo un clítoris o un pene, pero la existencia de estados intermedios no causa ninguna sorpresa al embriólogo. Hay también protuberancias urogenitales en el embrión que generalmente o bien permanecen abiertas y se transforman en las labias vaginales, o se fusionan y se transforman en escroto. En algunos hermafroditas, sin embargo, la elección de apertura o cierre es ambivalente. Finalmente, todos los embriones de mamífero tienen estructuras que pueden transformarse en el útero(14) y los tubos de Falopio propios de la hembra, así como estructuras que pueden transformarse en parte del sistema de transporte de esperma del macho. Típicamente uno de los dos conjuntos de órganos genitales primordiales, el de macho o el de hembra, degenera; y las estructuras remanentes son las que alcanzan un futuro adecuado a un sexo. En los hermafroditas, ambos conjuntos de órganos se desarrollan en grados variables.

La intersexualidad misma no es ninguna novedad. Por ejemplo, los hermafroditas aparecen a menudo en las historias referentes a los orígenes humanos. Los eruditos bíblicos tempranos creían que Adán comenzó su vida como hermafrodita y que después se dividió en dos personas (un macho y una hembra) después de caer de la gracia. De acuerdo con Platón, en un tiempo hubo tres sexos (hembra, macho y hermafrodita) pero el tercer sexo se perdió con el tiempo.

Tanto el Talmud como la Tosefta, los libros de la ley judía, tienen listados extensos de normas para las personas de sexo mixto. La Tosefta prohíbe expresamente a los hermafroditas heredar las fincas de sus padres (como a las hijas), les prohíbe encerrarse separadamente con las mujeres (como a los hijos) o afeitarse (como a los hombres). Cuando los hermafroditas menstruan deben aislarse de los hombres (como las mujeres); no están calificados para ser testigos o sacerdotes (como las mujeres), pero las leyes de la pederastia se les aplican.

En Europa emergió hacia fines de la Edad Media una pauta que, en cierto sentido, ha durado hasta el día de hoy: los hermafroditas fueron impulsados a elegir un rol de género establecido y a permanecer en él. La penalidad por la transgresión a menudo era la muerte. Así, en el siglo XVII un hermafrodita escocés que vivía como mujer fue enterrado vivo después de preñar a la hija de su dueño.

Para poder determinar cuestiones de herencia, legitimidad, paternidad, sucesión al título y elegibilidad para ciertas profesiones, los sistemas legales anglosajones modernos requieren que los recién nacidos sean registrados o bien como machos o como hembras. En los Estados Unidos de hoy, la determinación del sexo está regida por leyes estatales. Illinois permite aque los adultos cambien el sexo registrado en sus certificados de nacimiento, si un médico testimonia haber efectuado la cirugía apropiada. La Academia de Medicina de Nueva York, por otro lado, ha tomado el punto de vista opuesto. A pesar de las alteraciones quirúrgicas de los genitales externos (argumentó la Academia en 1966) el sexo cromosómico sigue siendo el mismo. Midiendo con este rasero, el deseo de una persona de ocultar su sexo originario no puede superar el interés público de dar protección contra el fraude.

Durante este siglo la comunidad médica ha completado lo que comenzó el mundo legal: la eliminación completa de toda forma de sexo corporizado que no aparezca en conformidad con una pauta heterosexual de macho y hembra. Irónicamente, un conocimiento más sofisticado de la complejidad de los sistemas sexuales ha conducido a que se reprimiese esa complejidad.

En 1937 el urólogo Hugh H. Young de la Universidad Johns Hopkins publicó un volumen titulado Anormalidades Genéticas, Hermafroditismo y Enfermedades Adrenales Relacionadas. El libro es notable por su erudición, comprensión científica y apertura de mente. En él Young reunió un tesoro de historias de caso cuidadosamente documentadas para demostrar y estudiar el tratamiento médico de tales “accidentes de nacimiento”. Young no juzgaba a las personas que estudiaba, ni tampoco intentó forzar a aceptar el tratamiento a aquellos intersexuales que rechazaban esa opción. Y mostró desacostumbrada imparcialidad al referirse a aquellas personas que habían tenido experiencias sexuales como hombres y también como mujeres como “hermafroditas practicantes”.

Uno de los casos más interesantes de Young fue una hermafrodita llamada Emma, que había crecido como hembra. Emma tenía tanto un clítoris del tamaño de un pene como una vagina, lo que le hacía posible tener sexo heterosexual “normal”(15) tanto con hombres como con mujeres. En su adolescencia Emma había tenido sexo con un cierto número de muchachas a las que había estado profundamente atraída; pero a la edad de diecinueve años se había casado con un hombre. Desafortunadamente, el marido no le había dado a Emma poco placer sexual (aunque él no había tenido nada de qué quejarse), así que a todo lo largo de este matrimonio, así como de otros matrimonios subsiguientes, Ema había tenido paralelamente sus “amiguitas”(16). Con bastante frecuencia había tenido sexo placentero con ellas. Young describe a su sujeto con la apariencia de “estar bastante contento, e incluso feliz”(17). En sus conversaciones, Emma ocasionalmente le confió su deseo de ser un hombre, circunstancia que, según Young le explicó, sería relativamente fácil provocar. Pero la réplica de Emma es un decidido voto a favor del propio interés:

“¿Tendría usted que sacar esta vagina? Eso no me gustaría, porque es mi vale de comida. Si usted hiciera eso, yo tendría que dejar a mi marido e irme a trabajar, así que creo que la conservaré y seguiré siendo como soy. Mi marido me mantiene bien, y aunque no tengo ningún placer sexual con él, tengo muchísimo con mis amigas”.

Y con todo, aunque Young estaba sacando la intersexualidad de la sombra con la luz de la razón científica, estaba dando comienzo a su supresión; porque su libro es también un extenso tratado sobre los métodos quirúrgicos y hormonales más modernos para transformar a los intersexuales o bien en machos o bien en hembras. Young puede haber sido diferente de sus sucesores por ser menos proclive a enjuiciar y controlar a sus pacientes y sus familias, pero sin embargo proveyó los cimientos sobre los que se edificaron las prácticas de intervención actuales.

Al llegar 1969, cuando los médicos ingleses Christopher J.Dewhurst y Ronald R. Gordon escribieron Los Desórdenes Intersexuales , los abordajes médicos y quirúrgicos de la intersexualidad se acercaban ya aun estado de rígida uniformidad. Resulta poco sorprendente que este endurecimiento de la opinión haya tenido lugar en la era de la mística de lo femenino: desde la huída a los suburbios, post Segunda Guerra Mundial, y de la estricta división de papeles en la familia de acuerdo con el sexo(18). Que el consenso médico no era totalmente universal (o quizás daba apariencia de equilibrio para estallar nuevamente) puede colegirse del tono casi histérico del libro de Dewhurst y Gordon, que contrasta marcadamente con la tranquila razón de la obra fundacional de Young. Considérese la descripción de apertura que hacen de un recién nacido intersexual:

“Solamente se puede intentar imaginar la angustia de los poadres. Que un recién nacido tenga una deformidad… [que afecte] un tema tan fundamental como el propio sexo del infante… es un suceso trágico que inmediatamente hace surgir visiones de un lisiado sicológico sin esperanza, condenado a vivir siempre como un fenómeno sexual, en soledad y frustración”.

Dewhurst y Gordon advertían que este miserable destino sería ciertamente el del bebé, si el caso se manejaba incorrectamente. Escriben: “pero afortunadamente con un manejo correcto la previsión es infinitamente mejor que lo podrían nunca imaginar los pobres padres, emocionalmente alelados por el suceso, o ciertamente cualquier persona sin conocimientos especiales”.

El dogma científico se ha apegado estrechamente a la presunción de que sin cuidado médico los hermafroditas están condenados a una vida miserable. Sin embargo, hay pocos estudios empíricos que respalden esa presunción, y la contradicen algunos de los elementos reunidos en la misma investigación hecha para fundamentar la argumentación favorable al tratamiento médico. Francies Benton, otra persona de las que Young llamaba “hermafroditas practicantes”, “no se preocupaba por su condición, no deseaba que se la cambiara, y disfrutaba de la vida”. Lo mismo podría decirse de Emma, el ama de casa oportunista. Incluso Dewhurst y Gordon, adamantinos en cuanto a la importancia sicológica de tratar a los intersexuales en el estadio infantil, reconocieron gran éxito en “cambiar el sexo” de los pacientes mayores. Informaron sobre veinte casos de infantes reclasificados e incluidos un sexo diferente después de lo que se creía era la edad crítica de los dieciocho meses. Aseveraron que todas las reclasificaciones fueron “exitosas”, y se preguntaban entonces si el reregistro podía ser “recomendado con más celeridad de la que se [había] estado sugiriendo hasta entonces”.

El tratamiento de la intersexualidad en este siglo provee un claro ejemplo de lo que el historiador francés Michael Foucault ha llamado el biopoder. El conocimiento desarrollado en bioquímica, embriología, endocrinología, sicología y cirugía ha permitido que los médicos controlaran el sexo mismo del cuerpo humano. Las múltiples contradicciones en este tipo de poder piden un escrutinio mayor. Por un lado, el “manejo” médico de la intersexualidad ciertamente se desarrolló como parte del intento de liberar a personas de un dolor psíquico percibido (aunque no es seguro si el dolor era del padre, del paciente o del médico). Y la medicina moderna ha sido extremadamente exitosa, si se acepta la presunción de que en una cultura dividida por sexos las personas pueden llevar a la realidad su potencial de ser felices y productivas en máximo grado solamente cuando están seguras de pertenecer a uno de los únicos dos sexos reconocidos.

Por otra parte, los mismos logros médicos pueden ser interpretados no como progreso sino como un modo de disciplina. Los hermafroditas tienen cuerpos revoltosos. No se adecuan naturalmente a una clasificación binaria; solamente un calzador quirúrgico puede meterlos en ella. ¿Pero por qué tiene que importarnos que una “mujer”, definida como una persona que tiene senos, una vagina, un útero y ovarios, y que menstrua, tiene también un clítoris suficientemente grande para penetrar la vagina de otra mujer? ¿Por qué tiene que importarnos que haya personas cuyo equipamiento biológico los capacita para tener sexo “naturalmente” tanto con hombres como con mujeres(19)? Las respuestas parecen reposar sobre la necesidad cultural de mantener distinciones claras entre los sexos. La sociedad manda controlar los cuerpos intersexuales, porque tienden puentes sobre la gran separación y la hacen borrosa. En la medida en que los hermafroditas literalmente corporizan literalmente los dos sexos, desafían las creencias tradicionales sobre la diferencia sexual: poseen la irritante capacidad de vivir a veces como un sexo y a veces como el otro, y evocan el espectro de la homosexualidad.

¿Pero qué pasaría si las cosas fueran diferentes? Imaginemos un mundo en el que el mismo conocimiento que ha dado a la medicina la capacidad de intervenir en el manejo de los pacientes intersexuales ha sido colocado al servicio de las sexualidades múltiples. Imaginemos que los sexos se han multiplicado más allá de los límites que hoy son imaginables. Tendría que ser un mundo de poderes compartidos. Paciente y médico, padre e hijo, macho y hembra, heterosexual y homosexual: todas esas oposiciones y otras tendrían que ser disueltas, por ser causas de división. Surgiría una nueva ética de tratamiento médico, una ética que permitiría la ambigüedad en una cultura que se habría sobrepuesto a la división sexual. La misión central del tratamiento médico sería preservar la vida. De este modo los hermafroditas estarían ocupándose primordialmente no de si podrían conformarse a la sociedad, sino de si podrían potencialmente desarrollar condiciones que amenazasen sus vidas: hernias, tumores gonadales, disparidad de provisión de sales causada por mal funcionamiento adrenal, todas circunstancias que a veces acompañan el desarrollo hermafrodita. En mi mundo ideal la intervención médica para intersexuales tendría lugar sólo raramente antes de que el paciente llegase a la edad de la razón; el tratamiento consecuente sería un emprendimiento cooperativo entre el médico, el paciente y otros consejeros entrenados en los temas de la multiplicidad genérica.

No pretendo que esta transición a mi utopía sea suave. El sexo, incluso el supuestamente “normal”, de la clase heterosexual, continúa causando indecibles ansiedades en la sociedad occidental. Y ciertamente una cultura que todavía tiene que llegar a entenderse (en términos religiosos y, en algunos estados, en términos legales) con la antigua y relativamente poco complicada realidad del amor homosexual no estará muy dispuesta a recibir la intersexualidad en su seno. Sin duda, el ámbito más problemático, por encima de todos, será la crianza de niños. Los padres, al menos desde la era victoriana, se han incomodado, a veces al punto de la negación, por el hecho de que sus niños son seres sexuales.

Todo esto y más explica ampliamente por qué los niños intersexuales son generalmente metidos a presión en una de las dos categorías sexuales prevalecientes. ¿Pero cuáles serían las consecuencias sicológicas de tomar el camino alternativo: criar a esos niños como intersexuales sin vergüenza de serlo? En una mirada superficial la tarea parece plagada de peligros. Por ejemplo, ¿qué le ocurriría al infante intersexual en medio de la crueldad incesante del patio escolar? Cuando llegara el momento de ducharse juntos en la clase de gimnasia, ¿qué horrores y humillaciones le esperarían al intersexual cuando su anatomía quedase desplegada en toda su gloria no tradicional? Y para empezar, ¿en qué clase de gimnasia se inscribiría, en la de mujeres o en la de varones? ¿Cuál de los baños debería usar? ¿Y cómo, por todos los cielos, harían Papí y Mami para ayudar a proteger, cuidar y vigilar a su retoño(20) a través del campo minado de la pubertad?

En los pasados treinta años esta preguntas han sido ignoradas, en tanto que la comunidad científica, con notable unanimidad, ha evitado considerar la ruta alternativa de la intersexualidad no obstaculizada. Pero los modernos investigadores tienen a pasar por alto un corpus sustancial de historias de caso, que en su mayoría fueron compiladas entre los años treinta y los sesenta, antes de que la intervención quirúrgica dominara el terreno. Casi sin excepción, esos informes describen niños que crecieron sabiendo que eran intersexuales (aunque no lo propagandizaban) y se ajustaron a su poco habitual estatus. Algunos de los estudios son muy detallados, con descripciones que llegan al nivel de la ducha en la clase de gimnasia (que la mayoría de los intersexuales evitaron sin incidentes); de cualquier modo, en el conjunto no hay ni un sicótico ni un suicida.

No obstante, los matices de la socialización entre los intersexuales reclaman análisis más sofisticados. Resulta claro que, antes de que mi visión de la miltiplicidad sexual pueda ser realizada, los primeros niños declaradamente intersexuales y sus padres tendrán que ser los valientes pioneros que deberán soportar el embate más duro de los dolores crecientes de la sociedad. Pero a la larga (y podrían necesitarse generaciones para llegar a ese punto) el premio podría ser una sociedad en la que la sexualidad sea algo para ser celebrado por sus sutilezas, y no algo para ser temido o ridiculizado.

NOTAS DEL TRADUCTOR

1. Este artículo apareció en la revista THE SCIENCES, en el número de Marzo-Abril de 1993. (Por pedido de la propia autora, en una próxima entrega ofreceremos la actualización que ella misma hizo en el año 2000.) Dio inicio a otra batalla de nominalistas y esencialistas: ¿Es la división de la especie humana en dos grupos una realidad emanada de la naturaleza, o es una construcción cultural y por ende artificial? La tesis de los cinco sexos quizás no sea pour épater les bourgeois, pero sí tiene intención irónica, como lo reconoce la misma Fausto-Sterling en Sexing the Body , p .78. Esta voluntad de bromear no aminora la trascendencia de su hipótesis: ella sostiene que la división de la especie humana en dos grupos sexuales no es un hecho natural . El debate es trascendental para la teoría del género y para el feminismo, pero ha tenido importantes repercusiones en la teoría de la homosexualidad
2. La dualidad inglesa male/ female designa los dos sexos de todas las especies, incluso la humana. Equivale, entonces, a macho/ hembra ; pero sin las repercusiones emocionales que macho/ hembra genera en los hablantes hispanos. Evitarlas traduciendo hombre/ mujer nos devolvería a la confusión de sexo, género y orientación que nos priva de epistemología sexológica adecuada, así que traduciré consistentemente male/female por macho/hembra, aunque esto fuerce a traductor y lector a tomar carriles lingüísticos inusuales en español.
3. Genetista del desarrollo y profesora de ciencia médica en la Universidad de Brown, en Providence, Rhode Island, Estados Unidos de América. Ha escrito Mitos del Género: Teorías Biológicas Sobre Hombres y Mujeres (1992), y Sexuando el Cuerpo: Política del Género y la Construcción de la Sexualidad (2000).
4. Town board of selectmen . En los estados de Nueva Inglaterra, town board es el consejo municipal, y un selectaman es un funcionario electo para ese consejo.
5. En los Estados Unidos de 1834 a 1855 Whig era un miembro del partido opositor al Partido Demócrata.
6. Fausto-Sterling escribe s/he y his/her ; en la traducción española estas convenciones desaparecen, y cuando son necesarias uso la doble concordancia o/a .
7. Traduzco herms, merms y ferms como hermafros, machermafros y hembrermafros, para darle al vocabulario un reflejo de la actitud burlona que la misma Fausto-Sterling reconoce tuvo al escribir su artículo.
8. Minority caucus . Un caucus era una reunión de miembros locales de un partido político; actualmente es un grupo de presión de personas con un rasgo afín. Los minority caucus son grupos formados en defensa de intereses de minorías, generalmente étnicas, raciales, políticas o religiosas.
9. Masculine external genitalia . Anne Fausto Sterling rara vez usa male como sinónimo de masculine , y female como sinónimo de feminine . En español esa sinonimia es habitual (decimos “sexo masculino” y “sexo femenino”), pero nos impide crear una epistemología sexológica eficaz porque impide la distinción de sexo y género. En este texto reservo los términos masculino y femenino para contextos genéricos (culturales), y por tanto traduje este masculine como si fuese male .
10. Feminine development . Aquí feminine es sinónimo de female . Traduzco por una locución con la palabra hembra , para evitar la confusión de género y sexo, mucho peor en español que en inglés.
11. Femenine body type : debe entenderse female body type : “tipo de cuerpo: hembra”.
12. En el texto inglés se consignan 1.5 y 2.8 pulgadas. .
13. masculine physique : aunque el contexto no es todo lo claro que desearía, entiendo que la frase es sinónima de male physique, ya que se refiere a anatomía (posición de la uretra en el falo). De haber entendido que se refiere a la apariencia física (musculosa, de caderas estrechas y hombros anchos) hubiese traducido físico masculino .
14. Female uterus and Fallopian tubes . Traduzco “propios de la hembra”, ya que son específicos.
15. La frase “normal” heterosexual sex , con su encomillado descalificador, se refiere aquí al sexo de pentración vaginal: Emma podía ser penetrada vaginalmente por un pene, o penetrar vaginalmente a una mujer con su clítoris.
16. Girlfriend puede significar tanto amiga como amante o novia , dependiendo del contexto. Traduje buscnado mantener la ironía del texto original.
17. Quite content : Contento/a, satisfecho/a. En inglés no hay concordancia genérica, así que no tengo indicio de si Young hubiera escrito “contento” o “contenta” en español..
18. La vuelta al hogar de la mujer después de la Guerra, en las grandes ciudades norteamericanas, coincide con la mudanza de las familias de clase media alta a los suburbios, con lo que aparece el tipo del conmuter .
19. El tipo de sexo compartido al que alude Anne Fausto-Sterling es el sexo vaginal penetrativo, pero para que la pregunta retórica no pierda su eficacia confunde en una sola clase dos realidades distintas (vagina penetrada por un pene y vagina penetrada por un clítoris), ya que son experiencias distintas de una misma persona.
20. Inserté “retoño” en lugar de lo/a, para imitar el tono burlón de la pregunta retórica de Anne Fausto-Sterling: And how on earth would Mom and Dad help shepherd him/her through the mine field of puberty?

Naturcup

ya tenemos fabricación propia de copa menstrual (para que no tengan que traerlas desde muy lejos)

http://naturcup.com/index.php

Aprovecho y hago propaganda del invento:

es tan sencilla de usar como un tampón, aunque de hecho yo diría que me aguanta bastante más sin tener que cambiarte.

Está fabricada en silicona médica, hipoalergénica, y sin químicos blanqueantes o perfumes que puedan alterar tu flora vaginal.

Es cómoda y además, puedes usarla incluso cuando “está a  punto de venirte y te va a pillar de sorpresa por la tarde”, o los últimos días, porque no te dejará esa sensación que te deja el tampón de resecarte las entrañas… ya sabéis a qué me refiero.

Yo desde luego he disminuído picores y molestias, la uso desde hará ya como 2 o 3 años, y sin problemas. Se tarda un poquito en cogerle el truco, pero hasta yo, que soy una patosa, lo conseguí. Yo la uso combinada con salvaslips de tela lavables, porque raro es que tengas fugas, cosa que con un tampón me pasaba muchas veces, pero aunque te la “pongas mal”, las pocas fugas que tengas quedarán bien captadas por el salvaslip de tela, así que yo ya voy tranquila por la vida. Además, esos salvaslips son tb muy suaves, no irritantes, no como los desechables. En serio, para mí ha sido un cambio fenómeno, y me he librado de un montón de molestias e irritaciones que padecía al final del ciclo. Y desde luego, le recomendaría esto a cualquiera que tuviera cándida o alguna cosa así.

Ah! Lo ideal es llevar una botellita de agua contigo para cuando te la tengas que enjuagar. Te la sacas, la vacías, la enjuagas, te la vuelves a poner, y a vivir.

Ni es un engorrine, ni hueles mal, ni nada de nada. Además, es tu sangre, no es algo radiactivo, y no me digas que los tampones eran algo que te mantenía tan alejada de pringarte.

Aunque suelen recomendar lo de hervirla, también se puede esterilizar usando las pastillitas estas de esterilización de biberones de bebé si te es más cómodo. En realidad, basta con reservar un recipiente de unos 3 o 5 litros, en los que puedes echar el cuarto de una de esas pastillitas y la dejas disolever. Echas la copa y dejas ahí un rato, luego aclaras y listo.

 

En ese link aparecen más consejos, echádle un ojo!

Cuando nos acusan de sexismo al denunciar el sexismo.

Intento no pedirle peras al olmo. Procuro ir por la vida asumiendo que la gente no ha estudiado lógica ni sabe de falacias argumentales… Hay quien me insiste en que asuma que la gente no piensa, pero tengo como una jodida vena filantrópica que me impide darlo todo por perdido.

El caso es que me apetece dejar claros unos puntos básicos:

-No veo grandes diferencias “naturales” entre hombres y mujeres que definan sus capacidades, tanto intelectuales y sociales como incluso físicas, al menos en lo que a buena parte de las actividades se refiere. Además, concibo que las oportunidades deben ser las mismas, entendidas estas como oportunidad de autorealización de cada persona, según su propio criterio y dirección. Así que por eso digo “hombres y mujeres somos iguales” (perdón por el binarismo, y dejo caer que existen más posibilidades y que además, también son y deben ser iguales) .

– Sin embargo, vivimos en una sociedad que marca enormes desigualdades entre hombres y mujeres. Esta situación de desigualdad hace que la situación de partida de unos y otras sea muy diferente, y por ello en ocasiones harán falta medidas correctoras, si es que deseamos alcanzar una igualdad real. Y para que se entienda mejor, haré uso de una explicación matemática:

Si tenemos 3 y 8, la diferencia es de 8-3= 5.
Si a 3 y a 8 les sumamos 7, tenemos 3+7=10 y 8+7=15.
Les hemos “tratado igual”, pero como vemos, la diferencia entre ambos permanece: 15-10=5.
Por lo tanto, la forma de corregir esto, sería sumando más al 3 que al 8, por ejemplo: 3+7=10 , 8+2=10.

– Cuando acusamos que las mujeres sufren ciertas situaciones, o mencionamos que los hombres actúan de determinada manera, generalizamos, sí. Porque hay diferencias estadísticas notables, que son las que nos indican que existe una desigualdad. Existen casos particulares, pero si estudias un poco de estadística, sabrás que el comportamiento de tu prima Paqui, super mandona con su novio Juan, no influye en los resultados. Cuando decimos que los hombres suelen copar el turno de palabra en asambleas, por ejemplo, no quiere decir que lo lleven en el cromosoma Y, y nosotras, pobres idiotas, en la repetición del X el dejarnos pisotear en la asamblea. Pero como nos construímos socialmente según el género, pues es más habitual que una mujer sea callada y con voz bajita y suave y un hombre más charlatán y con voz potente y tal. Lo que hemos aprendido. Eso no quiere decir que no pueda haber casos de lo contrario, yo misma hablo alto cuando quiero que se me oiga. Si al mencionar esta situación desigual, sexista, le das la vuelta y me acusas de “sexismo”: estás suponiendo que los hombres esto y lo otro, yo creo en la igualdad, no creo que haya que tratar diferente a las personas, ñañañaña… pues considero que o bien eres idiota o que usas estratagemas para mantener las cosas como están.

-Sobre la Diferencia. Existen ciertas cosas que nos hacen diferentes y conviene tenerlo en cuenta, porque sino, caemos en un modelo androcéntrico, en el que asumimos que todo ser humano debe medirse en base al varón blanco sano occidental de mediana edad. Y como ejemplo, mentaré el de los fármacos: Los fármacos se diseñan y se prueban en varones. El resultado de esto es que las mujeres padecemos más efectos secundarios, la sintomatología de varias enfermedades no es exactamente la misma en muchos ejemplos, etc. Hace muy poco tiempo que ha empezado a cambiar algo la cosa, por lo que los efectos a largo plazo aún no se conocen. Los contaminantes también nos afectan de forma especial, por distribución y proporción de grasa corporal y elementos liposolubles, y un largo etcétera. Esto, claro, repercute en la salud de las mujeres. Tener en cuenta Diferencias y hacer ciertos ensayos con sesgo de género (los que no tienen apellidos también lo son, son sesgados en el hombre, pero como no llevan apellido porque se asume, no nos enteramos), no es lo contrario a un trato igualitario. Lo contrario al trato igualitario es la desigualdad, no tener en cuenta las diferencias, precisamente para atender a esa igualdad de oportunidades, como es la salud. Yo tengo derecho a una vida saludable tanto como el maromo que se me sienta al lao en la sala de espera. Si para eso tienen que tener en cuenta que tengo útero y determinados ciclos hormonales, no veo que eso signifique que vayan a tratar peor al chico, la verdad.

-Cuando al mencionar actitudes sexistas, desiguales, etc, nos venís con la igualdad, como si esta ya fuera una realidad, como si viviéramos ya en el paraíso de la igualdad de género (y de razas, y sin clases sociales, y sin homofobias,… ya puestas a pedir!!), siempre me viene a la cabeza lo mismo: Si yo quiero ir a Valencia, mejor que asuma que NO estoy en Valencia y que tengo que hacer una serie de acciones que me lleven a Valencia: coger el metro para ir a la estación de autobuses, comprar billete de autobús, montarme en el autobús… Si quiero ir a Valencia y lo que hago es “jugar a que ya estoy en Valencia”, pues nada, padeceré un divertido desorden mental que no me lleva a ninguna parte, y mucho menos a Valencia. Pero tan ricamente, oye. Así que lo siento (en realidad no, es sólo una expresión), pero una parte fundamental del camino a la Igualdad es asumir que VIVIMOS TODAVÍA EN LA DESIGUALDAD, para tomar una serie de medidas que nos encaminen a la Igualdad.

Y resumiendo, queridas, queridos, querides:
No hay mayor esclavo que el que se tiene por libre sin serlo.

Mito del racismo negro y el hembrismo

Desde hace un tiempo, vengo constatando un desarrollo paralelo entre el discurso de la existencia del hembrismo, en base a que hay mujeres idiotas, y se ejemplifica con una supuesta actitud racista de un negro hacia un blanco. Ambos mitos se relacionan mutuamente, repitiéndose una y otra vez como una especie de mantra.

Yo quiero exponer porqué creo que el racismo negro o el hembrismo, actualmente, no pueden darse. El racismo es un fenómeno social, en el cual toda (o al menos gran parte) institución está conformada de manera que los individuos de otras “razas”[1] están sometidas a los blancos. Así es como ha surgido y es como se mantiene actualmente. Podrían haberse dado otros desarrollos históricos en universos paralelos. Pero actualmente, aún permanecen los privilegios de personas blancas, frente a personas de otras pigmentaciones. Para simplificar, hablaré de negritud, porque es el mito más extendido.

El negro racista… o cómo bombardear con autocomplacencia a los blancos.

Es conocido el mito, se pone siempre de ejemplo: “si un negro desprecia a un blanco por serlo, está siendo igual de racista”. Pues aunque su actitud no sea de aplaudir, ya que está prejuzgando a una persona por motivos de color de piel, resulta que no es posible para un negro en la sociedad actual ser racista. Porque el racismo no es una respuesta individual, sino una estructura social en la cual todo tiene un orden rígido que se reduce a blancos arriba, negros abajo. Si unos cuantos individuos negros, de forma individual, tienen actitudes de prejuicio racial, podemos resaltar lo feo del gesto. Pero no “es lo mismo pero al revés”. Entre otras cosas porque no disponen del control de todas esas instituciones y estamentos sociales que permitan una vuelta a la tortilla. En EEUU, por ejemplo, sigue habiendo una relación estrecha entre negritud y pobreza, y población reclusa [2]. Esto no es casual, y desde luego, nada tiene que ver con las capacidades de las personas negras. Claramente es el resultado de una estructura social. Así que no, cuando un negro es borde con un blanco…no está siendo racista. Estará siendo antipático, prejuicioso, pero no racista. El día en que hubiera matanzas de blancos por parte de negros, persecución, historia de esclavismo, “blanquización de la pobreza”, etc etc. El día en que los negros controlaran todo y los blancos estuvieran abajo, ahí habría racismo negro. Mientras tanto, habrá individuos de una identidad oprimida que reaccionan con una actitud agresiva ante individuos de identidad opresora, aunque estos últimos no pretendan mantener ese estatus. Y esta actitud, insisto, puede ser reprochable: usted no me conoce, ¿cómo sabe que yo, aun siendo blanco, no estoy interesado en destruir este orden absurdo de cosas, porque creo en la igualdad de la humanidad?. Ahí tenemos al Ferrocarril Clandestino como ejemplo de que personas blancas pueden estar interesadas también en derribar esos muros [3]. No se está alabando esa actitud, simplemente le estamos dando el peso que merece, y que no es uno que equilibre ninguna balanza entre las relaciones que existen entre blancura y negritud. Precisamente es un conocido mito porque nos permite invisibilizar y normalizar el racismo, poniendo las cosas en una balanza de “a mi una vez un negro me hizo mal”. Se reproduce porque nos hace sentir “confortables”, precisamente por esa autocomplacencia que permite. Así como muchos otros mitos que se extienden socialmente y permiten mantener ese desequillibrio motivado por “raza” [4].

Así que simplemente se hace necesario explicar que una actitud puede ser negativa, equivocada éticamente, lo que sea. Pero no se puede usar todo término. Acabamos simplificándolo todo a fascista, racista y sexista, en una especie de caca-culo-pedo-pis que nos idiotiza mentalmente. Existen más palabras, usémoslas, eso desarrollará nuestra capacidad cognitiva. El lenguaje es una gran forma de entrenar al cerebro.

Del mito del negro racista al bulo del ataque cotidiano hacia los hombres: la falacia del hembrismo.

De igual forma, con mayor frecuencia se exponen casos de mujeres que maltratan psicológicamente, amén de todas las maldades posibles que le puedan hacer a los hombres, pasando por romperles el corazón, que es la más habitual, para intentar demostrar una especie de equidistancia. No hay equidad, por lo tanto, hablar de equidistancias es directamente absurdo. Una mujer puede ser imbécil, puede ser una cabrona despreciable que trate a un hombre de mala manera. Pero no es hembrista, porque no existe, por más que vengan hablando de lobbys, ese cambio de tortilla. En el contexto actual, siguen estando invisibilizados los trabajos de cuidados [5], la doble jornada laboral de la mujer [6], e incluso la supeditación a su marido en el caso de propiedad de tierras, explotaciones agrarias y demás [7], además de sufrir una invisibilización respecto a nuestra salud [8], entre otras muchas como menores sueldos [9], muertas por violencia de género [10], y un largo etcétera.

Existen mujeres idiotas, nadie lo duda. Como humanas, tenemos un amplio abanico de virtudes y defectos. Pero su actitud es individual, mientras que el patriarcado es una estructura sociale, lo que implica un desigual reparto del poder con sesgo de género, que provoca que las mujeres no participen del espacio público, que exista una división sexual del trabajo, infravalorando la correspondiente a la mujer, feminización de la pobreza, menor autonomía personal y en las relaciones sociales. Una forma de definirlo es: forma de organización política, económica, religiosa y social basada en la idea de autoridad y liderazgo del varón, en la que se da el predominio de los hombres sobre las mujeres, el marido sobre la esposa, del padre sobre la madre y los hijos e hijas, y de la línea de descendencia paterna sobre la materna Asímismo, se universaliza el “yo” masculino, planteándolo como vara de medir y referencia, siendo uno de los fundamentos de la dominación patriarcal [11].

Por eso, por mucho que sean idiotas, no pueden ser hembristas, simplemente porque no se tiene esa capacidad. Y aunque Obama es negro, y Merkel mujer, el orden social permanece rígidamente asentado. Obviamente, se ha avanzado. Se han mellado los pilares que sostienen ese orden. Pero la única dirección posible es continuar haciéndolo. No apuntalarlos para mantener las cosas tal cual están, sino derrumbar lo que queda de ello, que aún es mucho. y para ello, es fundamental no caer en la autocomplacencia de “para mí también es duro”, “yo no tengo la vida solucionada por ser blanca”, etcétera etcétera. No, obviamente entran otros factores, entre ellos la fundamental: la clase social. Pero por ser blanco, no la tienes tan complicada como la de un negro, y por ser hombre, no te ponen las mismas zancadillas que si fueras mujer. Así que, con una analogía atlética: si al resto de personas se les ponen obstáculos, entenderemos que el primero en llegar a meta con la pista lisa está siendo privilegiado frente a los demás. Siguiendo la analogía, es posible que nuestra pretensión de hecho no sea llegar a meta, ni ganar nada en atletismo. Pero ya que se nos obliga a correr, hay que remarcar esos obstáculos que existen y denunciarlos, no detenernos en que para el corredor que gana “también es duro tener que entrenar todos los días”.

Nadie está diciendo que la vida de un hombre blanco es de rosas por el mero hecho de ser varón y blanco. Ni que deba darse la vuelta a ninguna tortilla. Ni que todos los hombres blancos sean una panda de malnacidos esclavistas y machistas. Pero resulta paradójico que en una realidad en la que las mujeres mueren y cumplen dobles y triples jornadas, las personas negras se vinculan con la pobreza y la cárcel, siempre salga alguien corriedo a defender la socialmente cómoda idea de que “l@s oprimid@s tb oprimen”. Y no…pueden cagarse en tu madre y eso puede molestar, pero no te oprimen, sobretodo porque no pueden, al menos en base a esa identidad que se concibe como socialmente inferior.

Por favor, déjate de autocomplacencias, de buscar obsesivamente ejemplos de “mujeres que tratan mal a los hombres”, de “grupos feministas que pretenden el exterminio masculino”, de confundir los artículos de revistas Cosmopolitan con los postulados feministas, y de “negros que también han hecho cosas malas”, “de que los gitanos son racistas con los payos” y demás sandeces varias. Deja de confundir términos, porque no hay equidistancias ni equivalencias en un contexto de desigualdad. Y deja de utilizar esos argumentos para pretender suavizar la diferencia que se da entre las clases oprimidas y las opresoras. O al menos, no te creas tan de izquierdas si no estás dispuest@ a moverte de tu área de comodidad que permite perpetuar las cosas tal y como están.

[1] si bien el término no sea adecuado, ya que no existen realmente las razas desde ningún punto de vista médico, biológico, genético, etcétera. Las Razas humanas no existen:

http://www.andercismo.com/2008/03/las-razas-humanas-no-existen.html

[2] Datos del Census Bureau de EE.UU.

http://www.census.gov/newsroom/releases/archives/income_wealth/cb12-172.html

http://www.census.gov/newsroom/releases/archives/income_wealth/cb12-172.html#tableb

Resumidamente, la población negra representan más del 27% de la población en situación de pobreza. Muy equiparado con población hispana, con más de un 26%. Los blancos de origen no hispano, representan menos del 10%. Esto demuestra ua clara vinculación entre identidad racial y etnia con la pobreza y la exclusión social.
[3] The Underground Railroad

http://en.wikipedia.org/wiki/Underground_Railroad

[4] Para desmontar este tipo de mitos, un gran pensador de nuestro tiempo decidió realizar este ejercicio de compilación de argumentos contra las intoxicaciones y comeduras de tarro racistas de turno:

http://www.alasbarricadas.org/forums/viewtopic.php?f=15&t=33465

[5] Estos son llevados a cabo por mujeres en el 99% de los casos, y que si se tuvieran en cuenta supondrían 1/3 del PIB. Pérez Orozco, A. y López Gil, S. (2011) Desigualdades a flor de piel: Cadenas globales de cuidados. ONU Mujeres. Disponible en

http://bookcamping.cc/referencia/1220-desigualdades-a-flor

[6] Propuesta por la Titularidad Compartida, desde el MAGRAMA

http://www.magrama.gob.es/es/desarrollo-rural/temas/igualdad_genero_y_des_sostenible/titularidad_compartida

[7] Según un estudio que está a punto de publicarse sobre las vivencias de las mujeres campesinas vascas, existe una clara discriminación en el sector agrario, predominando la falta de reconocimiento como trabajadoras agrícolas. Esto puede constatarse concretamente en que carecen de titularidad de las actividades agrícolas cuando los 2 miembros de la pareja lo comparten, además de a la hora de pedir ayudas para emprender la actividad agrícola y al pretender darse de alta en la Seguridad Social Agraria.
[8] Más información al respecto en la Revista on-line Mujer y Salud, disponible en

http://mys.matriz.net

También existe información al respecto, en inglés, en el colectivo ecofeminista Women’s Voice for the Earth

http://www.womensvoices.org/about/why-a-womens-organization

[9] Encuesta de estructura salarial. INE. Informes anuales disponibles en

http://www.ine.es/jaxi/menu.do?type=pcaxis&path=/t22/p133&file=inebase

[10] Información disponible en las Estadísticas del Ministerio de Igualdad (o el Ministerio en el que sea diluído):

http://www.msssi.gob.es/ssi/violenciaGenero/portalEstadistico/boletinmensual/home.htm

y http://www.msssi.gob.es/ssi/violenciaGenero/portalEstadistico/home.htm

También en la Red estatal de organizaciones feministas contra la violencia de género.

http://www.redfeminista.org

[11] Dolores Reguant (2007) Explicación abreviada del Patriarcado.

http://www.proyectopatriarcado.com/docs/Sintesis-Patriarcado-es.pdf

me lo publican en regeneración (una versión anterior )http://www.regeneracionlibertaria.org/mito-del-racismo-negro-y-el-hembrismo
y en Tierra y libertad esta última versión (en papel).

Contaminantes ambientales más dañinos para nosotras

Pues sí…parece toda una conspiración, pero en realidad no lo es. Simplemente es el producto de la mirada patriarcal, que hace que “el hombre sea la medida de todas las cosas”. Para poner a prueba un medicamento, se prueba en hombres jóvenes, y eso se extrapola a las mujeres (y a ancianxs y niñxs, ojo). Resultado? pues claro, que nosotras tenemos muchos más efectos secundarios.

La salud de las mujeres se concibe como exactamente igual a la de un varón, salvo que nosotras tenmeos la regla, nos embarazamos, parimos y tenemos menopausia. Lo malo de esta suposición es que yo, tal día como hoy, que ni estoy embarazada, ni he parido y doy el pecho, ni tengo la menopausia y…tachaaan, tampoco la regla!…no soy un hombre. Tengo unos niveles hormonales propios, …no somos simplemente como un hombre con tetas y agujero y si no se hacen estudios con cohortes de estudio incluyentes, pues mal vamos. Y esto sucede con otros tipos de “minorías”…pero no olvidemos que entre mujeres, gays, negrxs, lesbianas, trans, gitanxs, … a mí el que me parece minoritario es el hombre blanco occidental… pero eso es otra historia.

 

El caso, como decía, es que en muchos estudios sólo se incluyen hombres (y además jóvenes y en buena forma). Y entre otras cosas, para evaluar la nocividad de ciertos containantes ambientales, se miden los efectos en hombres jóvenes. Y esto es un problema grave porque muchos contaminantes funcionan como xenoestrógenos, osea, que son muy parecidos a unas hormonas que las mujeres tenemos en mayor cantidad. Y estas hormonas, en exceso, están relacionadas con procesos autoinmunes y varios tipos de cáncer. Todo esto y más lo cuenta Carme Valls-Llobret en su libro Mujeres, salud y poder.

Esto, además del rol tradicional de cuidadora que hemos tenido las mujeres a lo largo de los siglos, además de ciertas condiciones socioeconómicas particulares, hacen que las mujeres estén más involucradas en movimientos Ecologistas…y de aquí, otra de las explicaciones para eso que se llama Ecofeminismo y que sé que a muchxs les tira para atrás pq les suena a que nosotras seamos más chulis por naturaleza. Y yo digo que no, que no es por naturaleza,…es por haber vivido durante siglos en un sistema que invisibiliza nuestras necesidades y nuestros problemas de salud, que le importa un contaminante sólo si afecta a un hombre en edad productiva (pq los ancianos se la pelan), que nos aparta de la esfera pública y nos empobrece… que si las cosas hubieran sido de otro modo, en otros universos paralelos, pues otro gallo hubiera cantado. Pero como no ha sido así y esta es la realidad que yo vivo y la que quiero cambiar, pues aquí estamos peleando para cambiarlo.

Agresiones y violencia machista en el movimiento: ¿Algo ya superado?

Texto colectivo en el que participé, publicado en Alasbarricadas.org

http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/10591

Estamos en un punto en el que las reflexiones en torno a las agresiones sexistas en espacios liberados es prácticamente nula. Esto sucede porque por un lado, se parte de la premisa errónea de que como somos anarquistas, automáticamente estamos libres de este tipo de lacras. Sin embargo, son actitudes e ideas asumidas que no se eliminan automáticamente, sino que hay que hacer un esfuerzo por trabajarlas. Y para hacer este esfuerzo hemos de darnos cuenta de ellas en vez de rechazar de plano que tengamos esas actitudes, deberíamos hacer un ejercicio de introspección, para ver cuáles son las actitudes que contribuyen a mantener este estado actual de las cosas para poder combatirlas. Si las negamos sin haber hecho esto, lo único que haremos será maquillarlas, o tener actitudes permisibles de cara a la galería, pero no habremos cambiado de raíz nuestros comportamientos.

Por otro lado, desde que en los medios e instituciones se comienza a tocar el tema, parece que la sobredosis informativa acerca de casos de malos tratos y demás, el tema aburre. Ya está suficientemente tratado y no hay que darle más vueltas. Además de esa falsa sensación de que esto tan horrible que sucede, ocurre “fuera de nuestras fronteras”. El problema no es nuestro, ya que nosotres somos anarquistas, y en nuestros círculos no se puede dar. Sin embargo, somos hombres o mujeres cada día, cada minuto y cada segundo de nuestra vida, y cada vez que nos relacionamos con otras personas (o incluso con nosotrxs mismxs, en nuestra percepción de la realidad) dejamos constancia de cómo asumimos nuestro rol de género.

La reflexión sobre las agresiones en nuestros espacios se genera (la mayoría de las veces, por no decir todas…) en grupos de mujeres y lesbianas. Su incidencia en grupos mixtos es residual. Seguimos tratando el tema como algo que afecta sólo a las mujeres. Es cierto que somos las que recibimos la peor parte, pero esto nos afecta a todxs, seamos agredidas o agresores precisamente por ese rol que jugamos y que muchas veces nos vemos reacios a plantear.

Y es precisamente este rol el que tenemos que observar, plantear, criticar, reflexionar sobre ello. Cómo nos afecta aplicar un rol “que se supone no nuestro”. Cómo influye el resto de la sociedad, en el sentido de que en ocasiones tenemos una lucha interna con nosotras mismas porque no sabemos si “nos estamos pasando de feministas”, al colocarnos un espejo deformado de “feministas histéricas” cuando algo nos cabrea porque nos afecta directamente. No se puede pasar por alto, no podemos perder de vista que estamos hablando de relaciones de poder desequilibradas y desiguales de partida, de dominación, de opresión.

El hombre (incluido el hombre anarquista) parte de una situación privilegiada con respecto a la mujer. En su mano está pues contribuir a perpetuar esos privilegios o no. Esa contribución puede no ser, o ser chiquita, o ser grande: ignorando, despreciando, ninguneando, invisibilizando, cosificando, acosando, abusando, agrediendo, maltratando…

Desgraciadamente, nuestras relaciones y nuestros espacios no están exentos de estos intentos de abuso de poder. Cada X tiempo sale a la palestra un nuevo episodio de agresión o acoso, por no hablar de todos aquellos (la mayoría) que se silencian. En general, en el momento que una persona decide hacer público que ha sido víctima de una agresión, colectivamente, no reaccionamos, no sabemos reaccionar o no queremos reaccionar… se tiende a invisibilizar, evitar, eludir… se habla de ello como un asunto “privado”, como algo muy complicado, delicado, dándonos una excusa para mantenernos al margen.

Cuesta aceptar la agresión como tal, porque en nuestro imaginario, los agresores son psicópatas, enfermos que acechan en callejones oscuros o esperan agazapados en el portal, sin embargo el 90% de las agresiones sexuales se produce en espacios de confianza. Hemos generado un esteriotipo de agresor que a la hora de la verdad cuesta ver reflejado en nuestrxs compañerxs. Nos hemos llenado de frases y de dibujos de mujeres golpeando en los testículos a hombres agresores. Y esto es fácil de cumplir cuando no hay lazos de ningún tipo con el agresor. Tendemos a pensar que las violaciones se dan por agresores anónimos, para los que la única herramienta de la que disponemos es la autodefensa.

Pero ¿qué sucede cuando estas dinámicas se dan entre personas con lazos de unión, ya sea de compañerxs o de amistad, u otras? pues que no sirve la autodefensa, porque no puedes golpear a quien aprecias. Es necesario otro trabajo ante esto. Un trabajo con varios enfoques, porque podemos ser agredidas, podemos ser agresores, o podemos ser cómplices.

Cuando el modelo de agresor que tenemos es un demonio con cuernos y rabo, es fácil aplicarle este modelo a un agresor desconocido, o a alguien que de por sí te cae mal, y entonces darle una patada en los huevos. Pero cuando ese agresor resulta ser una persona que comparte espacio y trabajo contigo, a quien tienes aprecio, cuando debes aplicar ese modelo a un chico que puede ser encantador, con gran sentido del humor, estar muy implicado en diversos temas sociales, la primera reacción es de “no puedo creérmelo”. Y de alguna forma resulta más fácil y más creíble pensar en una “feminista histérica exagerada” que en un “compañero agresor”. Buscamos formas de entenderlo como un malentendido, como algo no tan grave, para intentar evitar todo el esfuerzo que supone enfrentarse a ello (X no puede hacer eso, simplemente no puede ser). De esta forma, esta resistencia a asumir la agresión en nuestro ambiente, movimiento, relaciones, centros, lugares, nos lleva a minimizar, excusar, justificar, dar una explicación alternativa de los hechos, cuestionando de esta manera a la persona agredida.

Y quizás la solución no sea siempre una patada en los cojones. Si nos debatimos entre darle una paliza o mirar hacia otro lado, normalmente elegimos mirar hacia otro lado, es un mecanismo de autodefensa para no tener que aceptar “la monstruosidad de alguien cercano”. Pero quizás debamos descubrir otras vías. Quizás exista la posibilidad de acercarnos a ese amigo de quien descubrimos un reverso tenebroso y hacerle ver que su actitud es despreciable, pero que estamos dispuestxs a ayudarle para cambiar su actitud. Si le da igual y lo que le importa es mantener su imagen, podremos pasar a la opción de darle de lado, crearle un vacío, o incluso volver a la clásica patada en los testículos. Pero si somos anarquistas, deberíamos estar por la nunca fácil opción de recurrir primero a otras medidas antes que a la mera represión. Proponer el planteamiento y la ayuda para que el agresor asuma el rol que ha estado llevando y se despegue de él.

No tenemos recetas mágicas pero creemos que hay que intentarlo. De lo contrario, al menos ser consecuentes, y mostrar ese rechazo abiertamente, y siempre. Pero seamos realistas, ésto no suele suceder, porque es más sencillo excusar a un amigo que admitir que pueda tener un comportamiento tan insano.

Cuesta aceptar la agresión como tal, porque asumir que uno de nosotros es un agresor es asumir que todos somos agresores potenciales. Precisamente, aceptar que todxs llevamos un agresor dentro, o alguien que facilita el camino hacia las agresiones, es enfrentar nuestro modelo de comportamiento con lo que no nos gusta ver de nosotrxs mismxs. Nos gusta vernos diferentes, vernos distintos a esa sociedad a la que criticamos, y darnos cuenta de estos fallos supone, de nuevo, volver a tocar con los pies en la tierra: ver nuestros errores, todas esas cosas que preferimos dejar pasar para poder mantener la armonía, todas esas actitudes a las que le restamos importancia y darnos cuenta de que pueden tener más importancia de la que le damos. Y entonces, enfrentarnos a esa estigmatización de “feminista histérica” por el hecho de querer plantearnos algo que aparece como normalizado.

Cuesta aceptar la agresión como tal, porque pone de relieve las fuertes carencias existentes alrededor de este tema mientras actuamos como si estuviera superadísimo. Porque supone una autocrítica muy fuerte, tener que volver a trabajar un tema que muchxs querrríamos pensar que está superado. No asumimos la agresión por el coste político que pueda acarrear, preferimos silenciarla tratando de eludir la crítica externa… incluso nos puede parecer de lo más inoportuno que alguien decida hacer públicas ese tipo de cuestiones en vez de lavar los trapos sucios en casa…

Asumir públicamente la agresión parece que invalide todos los proyectos que se llevan a cabo, como si un enorme castillo de naipes se desmoronase. Que además será y es usado por otros colectivos “rivales” para atacarnos. Que será una brecha por la que se debilitará todo aquello por lo que trabajamos. De cara a la galería es mejor mostrar que nada sucede, prque las consecuencias pueden ser penosas para todo el colectivo. Es importante mostrar una apariencia de perfección y normalidad antes que asumir públicamente que ha sucedido una agresión y pensar hasta qué punto se ha permitido esa agresión. Pero al actuar así, más tarde tendremos que trabajar sobre porqué hemos permitido que esa agresión quede silenciada, porqué, una vez más, hemos allanado ese camino hacia futuras agresiones, cuando la solución es enfrentar lo sucedido lo antes posible.

Las agresiones más visibles sólo son la punta del iceberg de una serie de pautas asumidas que muchas veces ni siquiera vemos. Por lo tanto, silenciando esas agresiones sólo conseguimos tapar los síntomas… síntomas de que algo dentro está enfermando. Los síntomas están ahí para que nos fijemos en ellos y hagamos frente a una enfermedad. Por algo como militantes hablamos de soluciones radicales (que van a la raíz del problema) y no de soluciones sintomáticas.

Eco Sex

Pensaréis ¡esto es el acabose!, estos eco-jipy-perroflautas quieren volverlo todo eco! biodegradable!! sostenible!!

pues si se puede…porqué no? ^^

 

lo malo es que no los haya encontrado todavía Km 0

Pero oye, igual es un gran nicho sin ocupar…alguien se anima a montar una empresa de condones biodegradables en españa??:D

 

Estos son biodegradables, elaborados con látex orgánico proveniente de plantaciones en India y Sri Lank, entendemos que de comercio justo y sostenible. www.frenchlettercondoms.co.uk

he visto tb estos hechos con piel de oveja O_o

http://www.naturalamb.com/

pero eso sí, no protegen de algunas ETS, sino que es más bien para parejas monógamas…vamos, que los espermatozoides no caben, pero algunos patógenos sí.

Los primeros se pueden encontrar ya en españa, aunque es posible que se encuentre sólo en algunos sex shops, tipo losplaceresdelola o alguna tienda así.

 

Poema de chicos sin muñecas

Quizá es que te faltó una muñeca en tu niñez.
Quizá si no te hubieran limitado,
y hubieras tenido tu regalo,
habrías podido disfrutar
de cambiarle la ropita y el peinado

Quizá así dejarías
de decidir por tu novia
el vestido adecuado,
la longitud del pelo deseado
que tenga el coño rasurado.

Quizá no sea tarde,
Y puedas comprar una muñeca,
Ponerle vestiditos, hacerle peinaditos!
Modelarla a tu gusto!!
hasta ponerle pecas!

Y,en fin,
…dejarnos a las tías en paz.