Inconquistable

 

de mi blog “artístico”: Artítesis, http://www.mundolibertario.org/artitesis/2015/05/02/inconquistable-2/

Lo pongo por aquí también :)

 

Me declaro aquí y ahora Inconquistable,
Íntegra, invencible e indomable.

Impermeable a los cantos de sireno,
sorda a las falsas promesas,
ante los engaños, serena .
Imperturbable a los galantes.
Insensible a los galanes,
a sus halagos, versos y desplantes.
Mi mejor amiga, compañera y amante,
Indolente, indiferente e irreverente
al orgullo machito, negligente.
Autónoma, emancipada y consciente.
Interdependiente, sí
pero en bajarme la luna, autosuficiente.

Me declaro aquí y ahora Libre,
Sola dueña del camino que me labre

Mujeres y Salud

Podemos pensar que hoy día hemos alcanzado ya la igualdad, (otra cosa es que pensemos si el igualarnos a unos hombres esclavos era nuestra meta), y que todo está ya conseguido. Sin embargo, si miramos un poco más fijamente, queda mucho por caminar. Y en el aspecto de la salud, esto parece ser todavía más claro. Las mujeres tenemos cierta prevalencia mayor (por situaciones psico-sociales aunque también por causas biológicas) de algunas enfermedades. Sin embargo, todo en el sistema sanitario está visto bajo el prisma androcéntrico.  E incluso hay estudios que muestran un trato diferencial hacia homrbes y mujeres aun con una batería de síntomas muy similar. Ellas, no lo dudéis, serán siempre las quejicas.

 

En este informe, se realiza un estudio sobre al morbilidad diferencial por género

http://www.salutxdesenvolupament.org/files/Morbilidad_invisble_y_cooperacion.pdf

 

Copipego algunos fragmentos:

 

[Si miramos el mundo en su globalidad el riesgo de mortalidad precoz más elevado en este
momento en el mundo es la muerte por complicaciones durante el embarazo, o el parto o el
aborto.
[…]

A lo largo de la vida de las mujeres existen muchos trastornos que son mucho más predominantes
en el sexo femenino que en el masculino y que se relacionarían precisamente con sus diferencias,
con la menstruación y con el estrés que produce también trastornos de la menstruación o con su
tendencia a presentar más enfermedades endocrinológicas y autoinmunes
[…]

Los factores medioambientales pueden tener efectos directos en la salud reproductiva de los
individuos y debido sobre todo a que la mayoría de productos químicos medioambientales
acostumbran a ser disruptores hormonales o disruptores endocrinos que alteran profundamente el
ciclo menstrual en las mujeres y alteran por lo tanto los parámetros de salud reproductiva. Entre
los productos que se supone que pueden producir alteración endocrina, llamados disruptores
endocrinos hay al menos casi 84 pesticidas y plaguicidas que entre ellos el DDT, el lindano, el
vinclozolín, la dieldrina, la atracina, algunos piretroides y el malation que pueden producir
alteraciones en el sistema nervioso central, en el sistema respiratorio, en el sistema endocrino,
sobre todo en la mujer, afectan a la hormona de crecimiento y pueden también afectar a largo
plazo la mitocondria produciendo alteraciones de cansancio, capacidad de concentración…

[…]

El hecho de que exista una prevalencia diferente entre mujeres y hombres entre algunas
enfermedades, como el hecho del efecto diferente de los impactos y contaminación
medioambiental entre los dos sexos, no eran conocidos por la medicina hasta la última década]

Y en este vídeo (en catalán) Lucía Artazcoz, integrante de la Red de Investigación en Salud y Género, hace un interesante resumen sobre los punto sprincipales de esto:

 

Para que lo entendamos tod@s:

Las mujeres, por causas fundamentalmetne sociales, tenemos más riesgo de sufrir ansiedad o depresión. Esto tiene mucho que ver con la doble jornada laboral, las exigencias hacia el sexo femenino, etc.

Por causas biológicas, como que tenemos un 15 o 20% más de grasa corporal, almacenamos más ciertos químicos tóxicos liposolubles, como son los disruptores endocrinos, tan comunes entre los agrotóxicos.
Existen también ciertas enfermedades o patologías que en nosotras se manifiestan de forma distinta, como puede ser un ataque al corazón. Y sin embargo, el protocolo se basa en el caso masculino.

Por no hablar de que las pruebas de los medicamentos se realizan fundamentalmente en varones, con el gran sesgo que eso resulta para la efectividad o frecuencia de efectos secundarios en las mujeres.

Resultado? el sistema de salud nos olvida…

Neomachismos

Del compa autogobierno

Hay una reacción social a los avances del feminismo y del empoderamiento femenino en general. En el plano físico, se manifiesta en el aumento de feminicidios y de violencia doméstica/en la pareja, lo cual se origina en el desacuerdo entre la tendencia cada vez más pronunciada de las mujeres a su autonomía y la frustración de muchos varones ante esa “insumisión” (a la que responden con violencia).

Pero también hay una reacción en el plano intelectual, y lo vemos en ciertas críticas a las teorías de género. La reacción de los machistas va desde el trolling más grosero (acusaciones de “feminazis”, “hembristas”) hasta la fomentación de la ignorancia (“el feminismo es lo mismo que el machismo pero al revés”).

La reacción de los neo-machistas es más sutil. El neo-machismo es como el hijo “moderno” del machismo clásico. Esto significa que por una cuestión de “estar al día”, no avalará o incluso se distanciará de ciertas actitudes de su padre, pero esto solo lo hace porque ha detectado que el discurso arcaico disminuye sus posibilidades de ser tomado en serio. Defenderá el machismo institucional y social con la misma saña que su antecesor, pero intentará ser más sagaz que él, ocultando su anti-feminismo en una actitud “equidistante” y de “sentido común”.

Algunos neo-machistas incluso hasta dicen estar a favor de los derechos de la mujer y la equidad de género, pero la realidad es que sus intervenciones nunca van contra el machismo sino contra el feminismo, acusándole de “excesos” y “extremismos”. Ellos están para decir “hasta aquí llegaste, feminismo”. Como saben que tienen que diferenciarse de los machistas a secas, tienen que recurrir a estrategias más sutiles que la agresividad abierta. Combinando actitudes pasivo-agresivas y análisis ultra-intelectualizados (no sea que se cuele la empatía por ahí y arruine todo), su objetivo es lograr demostrar que el feminismo ya pasó su límite y que proseguir más allá significa una agresión a los hombres. Si además pertenecen a una corriente ideológica, su objetivo secundario es “depurar” a esa corriente ideológica de feminismo (en entornos de izquierda/libertarios, esto se hace con acusaciones de “burgués” y de “pequeñoburgués”, de “divisionismo”, etc.).

¿Cuántas veces hemos escuchado frases como las siguientes como reacción a la crítica radical del capitalismo?: “no es tan así, ustedes exageran”, “el problema son los políticos corruptos/ineficaces, no el sistema económico”, “es cierto que hay injusticias, pero apuntar siempre al capitalismo es paranoico”, “ustedes promueven la violencia con eso de la lucha de clases”. Bueno, pasa lo mismo pero en relación al machismo: “no es tan así, ustedes exageran”, “el problema son los enfermos que violan”, “es cierto que hay injusticias, pero apuntar siempre al machismo es paranoico”, “ustedes promueven la guerra entre los sexos”.

Los neo-machistas repudian a los violadores, pero no a la cultura de la violación. Repudian los casos de violencia doméstica, pero se sienten ofendidos si la vinculamos con las otras formas de violencia hacia la mujer (acoso callejero, estereotipos). Si son militantes obreros, no pueden más que adherir al reclamo “a igual trabajo, igual salario”, pero se sentirán ofendidos si se analiza el machismo en las organizaciones obreras. Si son “antisistema” dirán que solo con la revolución o después de ella vendrá la verdadera equidad de género, pero se sentirán ofendidos si se menciona qué es lo que ellos pueden hacer ahora, individualmente, en favor de la libertad y la igualdad para las mujeres de sus entornos. Criticarán la misoginia de la Iglesia y de otras instituciones con el puño en alto, pero lanzarán acusaciones de castración y domesticación si se les plantea que es necesaria una nueva revisión radical de nuestras masculinidades.

Si se habla de las ventajas que los varones gozan gracias al machismo, los neo-machistas se pondrán a la defensiva con “pero a los hombres se nos recluta para ir a la guerra” o con las ocasiones injusticias judiciales (acusaciones falsas de abuso, padres que no pueden ver a sus hijos, etc). Si se discute sobre la violencia en la sociedad, tratarán de diluir el componente de género (“la gente es violenta”). Tratarán de probar que algunos comportamientos violentos en varones no tienen nada que ver con la cultura machista sino que son productos de la testosterona o algún otro factor “natural”. Serán férreos defensores del binarismo de género y de la heteronormatividad, pues mantener que hombres y mujeres somos esencialmente diferentes es muy utilizado como argumento contra la igualdad. Cuando quieren decir algo malo sobre el género femenino o defender una injusticia empiezan su perorata con “no soy machista, PERO…”.

Se reconoce a los neo-machistas por la intención de sabotear debates que tengan la potencialidad de profundizar en la claridad de por qué el machismo existe, cómo se reproduce, que el machismo no empieza ni termina en sus manifestaciones más groseras (violencia física, insultos), y cómo terminar con él. Una de esas estrategias de boicots de debates es el uso de la palabra “sexista” como estrategia de autovictimización de varones que se sienten cuestionados por las teorías de género. Si un análisis de género determina un comportamiento machista en varones, esta gente dirá “eso es una generalización, es sexista”.

¿Qué hacer? Aprender su juego. Uno de los objetivos del pensamiento crítico es demostrar las diferencias entre quienes aparentan ser iguales y demostrar los puntos en común entre quienes aparentan ser opuestos. Los neo-machistas tienen sus usos. Si pueden rebatir o distorsionar nuestros argumentos fácilmente es porque había una debilidad en ellos. Que el machismo haya tenido que re-adecuarse habla bien del feminismo, pero también señalar que el feminismo y las teorías de género en general también deben re-adecuarse. Una piedra puede herirnos o puede servirnos para sacarle filo a nuestra espada: sugiero que hagamos lo segundo.

por autogobierno.

ÚTEROS DE PROPIEDAD ESTATAL

Una nueva Ley de aborto en España: proponen una Ley de “casos”…que alguien evalúe caso por caso si una mujer puede o no abortar. Podrían haberlo llamado “Ley de lista de espera tan larga que ya sabes que no vas a abortar ni de coña”. Vamos, el truco es ir haciendo el proceso tan lento, que se te pasa el plazo y así te toca tenerlo.

Añadimos que no se podrá señalar como causa una grave malformación del feto. Esto unido a los recortes de ayudas a la dependencia y la invisibilización de las labores de cuidados,  supone un ataque claro a las libertades de las mujeres en este país de charanga y pandereta, de la Europa de chichirinabo (o de chichirinobel). El señor moderado del PP pretende que continuemos nuestro embarazo pariendo a un pobre bebé que sufrirá bastantes problemas y que necesitará tratamientos y medicamentos (a saber de qué sanidad pública), que tendrá unas necesidades educativas especiales (a saber de qué educación pública), y de ayudas a la dependencia (a saber de dónde). Tenemos que aguantar además ser las cuidadoras así, porque sí, representando el equivalente a  1/3 del PIB de forma invisible sobre nuestros hombros, sin rechistar. Si encima nos queda mantener el resto de roles que nos tocan, a mi me resulta como un llamamiento a que volvamos a ser Brujas, porque yo sin hacer magia, no me lo explico.

Esa supuesta violencia estructural que existe  y que hace que las mujeres no podamos ser mamás (que además es nuestra sempiterna misión) no sé cómo se puede arreglar desde una reforma de la Ley del aborto. Si una mujer quiere ser madre pero no puede, normalmente el primer factor señalado es el económico. ¿Cómo va a permitir la Ley del aborto solucionar esa violencia estructural? ¿Permitiendo el aborto hasta los 80 años, de directivos de banca, mandatarios y politicastros? Es la única que se me ocurre.

Pero además, por lo visto, esa importancia de la maternidad para la realización personal de una mujer, actúa sólo en mujeres heterosexuales con pareja: Resulta que los consejeros han considerado eliminar de los tratamientos de fertilidad a las lesbianas y a las solteras.  Y para  más inri, afirman que es por motivos técnicos y no ideológicos.

Yo no lo comprendo: Si una mujer tiene problemas de fertilidad va a necesitar el mismo tratamiento sea lesbiana, soltera o emparejada heterosexual.  Si el tratamiento que recibe una mujer “debidamente casada” (que es lo que les falta decir) es necesario por problemas de fertilidad del hombre…el tratamiento es exactamente el mismo que el de una mujer soltera o lesbiana: introducirle esperma viable. ¿De qué tecnología hablan?

Me figuro que el problema radica en que tengamos esa manía de hacer lo que nos de la gana con nuestra maternidad. Las mujeres tenemos se impulso auto-libertador a lo largo de la historia, que obviamente, da problemas Técnicos al capitalismo. Ese es el auténtico problema tecnológico de que la maternidad sea libremente elegida.

Lo importante es que nuestros úteros sea propiedad estatal o de la iglesia. Tanto gusto por su propiedad privada, pero mis entrañas han de ser de utilidad pública. Tanta inquina contra los servicios públicos, pero mi útero tiene que convertirse en uno.

Ganas entran de hacer Huelga de Vientres, para no daros ni más esclavos, ni más soldados.

Flaco favor

Imaginemos el caso de un hombre que tiene un accidente y choca su coche, pero por líos del seguro, va y denuncia que se lo han robao y luego se demuestra que no era así. Esto queda como algo anecdótico, aaay que pilluelo. Seguro que si es una mujer, esto serviría como demostración de lo que nos gusta denunciar falsamente a las mujeres. Qué hago yo con mi tiempo libre? me lo paso abortando y poniendo denuncias falsas, del delito que sea: violación, malos tratos, … lo importante es que disfruto, y si puede ser jodiéndole la vida a algún tío, claro, puestas a denunciar.

Una chavala se encuentra llorando en la calle tras la feria de Málaga. No es que haya ido a sangre fría a comisaría con todo su rollo ahí montao, sino que se la encuentran tirá y llorando y le hacen exploraciones y tiene desgarros. Y además unos tipos la han grabado y como poco, están humillándola con la posibilidad de atentar contra su libertad sexual. Pero aquí lo importante es que 5 cabrones no se coman una denuncia de violación si no fue realmente violación. Lo importante es que a los machotes “no les jodan así la vida”. Yo no sé por qué resulta peor la violación que humillar y atentar contra la libertad sexual de una mujer, en ese caso, me la suda el delito,estos son unos cabrones y algo hay que hacer con ellos y no ir a aplaudirles a las salidas del juzgado, que bien lo que se dice bien no se han portado.

Pero lo fundamental no es el riesgo de agresión sexual, lo fácil que es joderle la vida sexualmente a una chavala, amenazarla con publicar sus fotos, etc. Ni siquiera es que oye, y si publican las fotos de una mujer teniendo sexo, por qué es horrible para ella y no para el hombre?? no no, la clave aquí es que los machos corren el tremendo riesgo de ser denunciados falsamente.

Todos a una, os corre por al espalda ese falso miedo a “ser denunciados falsamente”. Qué terror… nosotras toda la vida sufriendo el miedo a ser asesinadas, agredidas, violentadas, insultadas, humilladas… pero lo importante es ese 0,005% de denuncias falsas (de malos tratos, por cierto, denuncias falsas por violación desconozco el dato, pero juraría que son aún menos). Lo importante es que es injustísimo que alguno de vuestros colegas una vez le amenazó la Mari, que es una cabrona manipuladora, con denunciarle y hacerle pasar la noche en calabozos.

De las 70 muertas al año, no falsamente, de las 1.160 violaciones anuales, de todo esto, como estamos más acostumbraditxs, de las nosecuantas que habrá de violaciones de la intimidad sexual, publicando fotos íntimas, etcétera, parece que ni fú ni fá. Lo importante es defender a capa y espada que “no no, si no es violación, muy mal muy mal porque flaco favor le hacen al resto de mujeres violadas”.

Flaco favor al resto de mujeres nos hacen los tíos que nos violan, los que después de sexo consentido abusan de nuestra confianza y nos amenazan con la humillación de publicar nuestras fotos. Flaco favor sois los machos que os centráis en eso. Que una chica llore en una acera y a la que viene la policía a preguntar ella intente joderle la vida a esos cabrones, que le han dejao a ella la vida muy jodida, y lo haga como se le ocurra en ese momento, a mí no me parece tan terrible…

I used to be your sweet Mama

Bessie Smith, gran Dama del Blues enseñándonos a mandar al carajo sin remordimientos.

 

Yes I’m mad, and I have a right to be,
After what my daddy did to me;
I lavished all my love on him,
But I swear I’ll never love again!

All you women understand what is
To be in love with a two-time man;
The next time he calls me “Sweet mama” in his lovin’ way,
This is what I’m going to say;

I used to be your sweet mama, sweet papa,
But now I’m just as sour as can be,
So don’t come stormin’ around my way
Expectin’ any love from me.

You had your chance and proved unfaithful,
So now I’m gonna be real mean and hateful!
I used to be your sweet mama, sweet papa,
But now I’m just as sour as can be!

I ain’t gonna let no man worry me sick,
Or turn this hair o’ mine grey;
Soon as I catch him at his two-time trick,
I’m gonna tell him to be on his way!

To the world I scream,
“No man can treat me mean
And expect my love all the time!”.
When he roams away,
He’d better stay,
If he comes back, he’ll find;

You had your chance and proved unfaithful,
So now I’m gonna be real mean and hateful!
I used to be your sweet mama, sweet papa,
But now I’m just as sour as can be!

Nos quiero ruidosas

No sé si os habéis dado cuenta, pero los códigos de buen comportamiento y estilo para las mujeres pasan por no hacerse notar: No debes reír muy fuerte, ni hablar muy alto, debes permanecer ocupando poco espacio, encogiendo los hombros, siendo lo más delgada posible (y sabes que siempre puedes serlo más…), cruzando las piernas y en general, “siendo discreta”. Para los hombres, es todo lo contrario, símbolo de fuerza y presencia.

Además de patriarcal, es tremendamente clasista, ya que si no cumples con todo esto se te tacha de “chabacana”, que viene a ser lo opuesto a “mujer con clase” (aunque en mi opinión, las desclasadas son ellas).

Hace poco he descubierto que para saber andar con tacones, por lo visto no basta con calzarte unos tacones, mantener el equilibrio y avanazar a un ritmo razonable. Además de todo eso, tienes que hacerlo “sin que suenen”, sin hacer ruido, que es lo glamouroso, la imagen de mujer elegante. Para lo cual, hay que practicar. ¿Alguien me explica en qué lógica cabe un calzado que claramente es más ruidoso y que la lógica social del buen gusto sea “saber andar sin que suene”? ¿Y quién hostias tiene tiempo para practicar eso? ¿Y a quién hostias le compensa perder tiempo en esa chorrada? Eccola! Las mujeres ricas.

Lo cual aúna perfectamente el machismo y el clasismo: los hombres ricos muestran su estatus a través de la posesión de mujeres bellas, jóvenes y “bien educadas”. Bien educadas no quiere decir agradecidas, amables, o que saben pedir disculpas cuando toca. Bien educada quiere decir que sabes qué tenedor va con cada tipo de plato, qué vino marina bien con qué comida, y, por supuesto, andar con un libro sobre la cabeza y que no se te caiga. Y andar con tacones sin hacer ruido. Mientras que a los hombres, de traje, con esos zapatos que parecen de bailar claqué, no se les pide ni exige socialmente que el saber estar sea “andar de puntillitas”, o “no hacer ruido al pasar”.

No es que sea muy amiga de los tacones, pero (muy) de vez en cuando me da por ahí, sobretodo si no sabes si te van a tirar del garito donde se celebra un cumpleaños por el calzado. Y tú vas ahí andando y te suelta el compañero “si quieres, te puedo enseñar a andar con tacones; tienes que ir como de puntillas y así evitar que suenen; es todo practicar un poco”. Mensaje recibido número uno: por lo visto, yo no sé andar con tacones. Mensaje recibido número dos, por lo visto este jambo pretende que pierda tiempo de mi vida en esta idiotez de aprender a andar de forma aún más incómoda; Mensaje recibido número tres, ya, ya sé, que son cosas que por mucho que se lo curren y se trabajen el feminismo, acaban sacando esa imperiosa necesidad de enseñarte cosas, que encima ellos no utilizan, para que seas agradable a unos estándares sin jodida lógica ninguna, más que el ponerlo todo más difícil y despistarnos con tonterías, inventados por su género.

Pocas cosas hay que me gusten de los tacones, aunque me parece perfecto que las mujeres lleven lo que les de la gana y no por eso sean tratadas más o menos en serio. Pero una de esas cosas que me gustan de ellos es que suenen. ¿Que parezco el quinto de caballería? ¡Qué más quisiera el quinto de caballería dar la guerra que pienso dar yo! Y es que adoro el ruido de las mujeres. Oír las risas femeninas, oír sus voces opinando en asamblea, y sí, oír sus pasos cuando caminan.

No quiero que perdáis tiempo en aprender a que no suenen. No quiero que perdáis tiempo en hablar bajito, o en reíros suavemente. No quiero que seáis discretas. No quiero que perdáis tiempo en chorradas. Quiero que nuestros pasos suenen, quiero que sonemos. Quiero que sientan nuestra presencia. Quiero que hagamos ruido. Y quiero que al quinto de caballería se le compare con las mujeres cuando andan por la calle, porque van pisando fuerte y porque se hacen notar.

El estrés y la amistad

me hago eco de este post publicado en la web de la librería de mujeres de madrid

http://unapalabraotra.org/libreriamujeres/blog/2011/02/01/la-relacion-entre-el-estres-el-malestar-fisico-y-nuestras-amigas/

 

Las mujeres conectan entre ellas de manera diferente y se proporcionan sistemas de apoyo que las ayudan a lidiar con el estrés y las experiencias difíciles de la vida. Físicamente, esta cualidad  “tiempo para las amigas” nos ayuda a fabricar más serotonina -un neurotransmisor que ayuda a combatir la depresión y puede producir una sensación general de bienestar. Las mujeres comparten sus sentimientos, mientras que los hombres a menudo se relacionan en torno a actividades. Ellos raramente se sientan con un amigo a hablar de cómo se sienten acerca de cualquier cosa, o cómo va su vida personal. ¿Trabajo? Sí. ¿Deportes? Sí. ¿Coches? Sí. ¿Pesca, caza, golf? Sí. Pero ¿sus sentimientos? Muy pocas veces. Las mujeres lo hacen todo el tiempo. Nosotras compartimos desde nuestra alma con nuestras hermanas y, evidentemente, es muy bueno para nuestra salud. El orador dijo que dedicar tiempo con una amiga es tan importante para nuestra salud general como el jogging.

Hay una tendencia a pensar que cuando estamos “haciendo ejercicio” estamos haciendo algo bueno para nuestro cuerpo, pero que cuando estamos hablando con nuestras amigas, estamos perdiendo el tiempo y deberíamos estar ocupadas de forma más productiva. No es cierto. De hecho, dijo que el no crear y mantener relaciones personales de calidad, con otros seres humanos, ¡es tan nocivo para nuestra salud física como fumar!

 

Por lo tanto, cada vez que nos sentemos a charlar con nuestras amigas, date unos golpecitos en la espalda y felicítate por estar haciendo algo útil para tu salud. De hecho, somos muy muy afortunadas.

Así queeeeee… brindemos por la amistad con nuestras amigas.

 

Evidentemente, es muy bueno para nuestra salud.

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Simplemente, me apetece añadir que esto es algo que las mujeres, como colectivo, tenemos bueno y que los hombres, como colectivo, deberían aprender:)

que no todo lo tradicionalmente asignado a las mujeres es malo, ni tenemos que dejarlo de lado para poder escalar a la igualdad de un competitivo mundo varonil, creyendo que todo reside en que “podamos tener los mismos valores que los hombres”.

Naaaaah, no siempre querremos eso. Está bien que queramos aprender a ser independientes y  a ganar fortaleza de carácter. Pero que eso no signifique dejar de lado lo positivo que se nos ha asignado, y que por  mirada androcéntrica, nos hicieron creer que es malo: la sensibilidad, el compartir en vez de competir, la flexibilidad en vez de la rigidez….muchos son los valores tradicionalmente femenimos que no hay que desechar en pos d ela igualdad, sino poner de nuevo en valor.

Porque si la igualdad es que yo tenga que parecerme a esos maromos fríos, distantes, depredadores sexuales y que utilizan a las personas, yo paso de rebajarme a esa igualdad. Prefiero llegar más alto, allá donde mujeres, hombres, transgénero e intersexuales seamos personas con atributos y valores propios, pero donde socialmente se premie dar la mano, en vez de tomar todo el brazo, y así, todxs junticxs, avancemos en un mundo más libre, más diverso, justo y equitativo.

Feminismo de clase

Es cierto que la mención del feminismo de clase es utilizada muchas veces por machirulos de izquierda para restar importancia o poner límites a nuestra denuncia a las opresiones de género. Es habitual que un hombre al decir la frase “feminismo sí, pero de clase”, lo que realmente quiera decir es “yo decido por ti qué es feminismo de clase y qué no”, y eso es importante tenerlo en cuenta. Pero a mí no me da la gana por ello renunciar al concepto feminismo de clase, y la mera idea me parece una barbaridad. Peor aún me parece mentar que eso “lo que hace es dividir el movimiento feminista”, porque me recuerda enormemente al chantaje emocional de nuestros compañeros de movimientos sociales. Porque es el mismo: “lo que haces es dividirnos”. Bueno, pues ya multiplicaremos en argumentos, ganas y luchas.

Los feminismos necesitan apellidos, porque los tienen. Porque cuando no tiene apellidos suele pasar que es “blanco occidental de clase media”. Porque hay feminismo negro, y hay feminismo obrero, feminismo marxista y anarcofeminismo, y porque todos ellos y muchos más entran dentro de una perspectiva enriquecedora para el mundo que es el feminismo de clase. Y porque no es lo mismo el Feminismo Liberal de NOW en E.E.U.U. que Mujeres Libres. ¿Sororidad con cualquiera? La unidad puede hacerse de varias formas; se puede hacer bien o se puede hacer mal. La verdadera unidad no requiere una fusión que diluya los matices dentro de una corriente dominante que vuelva a esta homogénea, sino aceptar y respetar la autonomía de perspectiva y acción, como ya mencionaban Mujeres Libres [1]. Y necesito apellidos para saber de dónde viene cada cual.

Cuidado, porque no podemos olvidar que la principal fidelidad que existe en las clases altas es…la fidelidad de clase [2]. Salvo honrosas excepciones, pueden dejar de lado perfectamente otras identidades oprimidas (porque ahí arriba no lo son tanto), con tal de mantener su estatus. Así que aunque pueda parecer que estamos “unidas en esto”, es muy probable que no sea así. No es algo ajeno a la historia del feminismo, como muchas feministas negras nos han recordado ha habido turbios intereses por parte de las feministas blancas burguesas: Angela Y. Davis, Hazel V. Carby, bell hooks, Avtar Brah, etc.

Quiero decir con esto que, aunque pueda parecer que estamos unidas en un punto concreto, lo cierto es que si aumentamos la escala, es posible que deje de ser cierto. Podemos estar juntas por el derecho al aborto libre y gratuito. Aunque no afectará lo mismo a la que tenga los dineros para marcharse fuera que a la que no disponga de ellos, y eso es clase social. Pero aún hay más. ¿El derecho al aborto es el único interés en cuanto a nuestra salud reproductiva que tenemos? La salud reproductiva no es sólo poder abortar, sino también poder tener hijxs si así lo deseas. Y es más, poder disfrutar de ello. ¿Puede disfrutar la clase trabajadora de tener hijxs de la misma manera que la burguesía? ¿Pueden disfrutar de ello las mujeres latinoamericanas que vienen aquí a cuidar de los hogares y las crías de otras dejando atrás a sus familias? ¿En esa lucha contra el capitalismo atroz estarán las mujeres feministas que pelean porque haya más mujeres superando ciertos techos de cristal y dirigiendo REPSOL?

No sólo eso: ¿vamos a leer acríticamente cualquier texto que se publique en nombre del feminismo, mientras nos cuelan valores neoliberales con calzador? ¿Nos va a parecer rompedor mentar la libertad de contrato como empoderamiento individual? ¿Qué clase de concepto de libertad utilizamos? ¿Nos ha invadido de tal forma la neolengua que no somos capaces de diferenciar los distintos significados que puede contener tan bella palabra? ¿No somos capaces de encontrar la diferencia entre la igualdad y libertad que nos menciona una feminista liberal y la que nos menta Silvia Federici?

Peor aún resulta todo cuando se mezclan ciertas llamadas a la unidad del feminismo con los “así yo no voy” a otras luchas sociales: Assata Shakur participó del movimiento Panteras Negras, luchando contra el racismo y enfrentándose al machismo de su propio movimiento. Nunca dijo “así no lucho”, sino que luchó el doble. Lucía Sánchez Saornil no sólo se enfrentó al fascismo, sino al machismo que también seguía existiendo entre los compañeros anarquistas. Y nunca dijo “así no lucho”, sino que fundó Mujeres Libres. Todas las mujeres con las que me siento hermanada, se partieron doble o triplemente la cara (que la raza y otras opresiones también cuentan), por un feminismo que se entretejía con la lucha social. Muchos ejemplos inundan la bibliografía feminista. Si nosotras no luchamos, si nosotras no vamos, nadie lo va a hacer. Nadie va a exponer nuestro punto de vista.

Denunciar el machismo que sigue existiendo en nuestros movimientos sociales es de vital importancia, hay que seguir haciéndolo. Pero no pienso dejar de ser partícipe de esos movimientos, porque los llevo entretejidos en mis entrañas. Soy feminista, pero eso no explica todo de mí. Soy otras cosas, y no pienso dejarlas de lado. Y si no le tolero a los compas anarquistas y comunistas que me hagan elegir entre la lucha de clases o la lucha feminista, tampoco se lo pienso permitir al feminismo.

[1] Martha Acklsberg, Mujeres Libres, el anarquismo y la lucha por la emancipación de las mujeres. Ed Virus.
[2] Paco Vidarte, Ética Marica. Ed Egales.

Complicidad, machismo y su jodida necesidad de evaluar en voz alta el físico femenino.

Cuando era preadolescente, era lo que se viene llamando una ‘chicazo’. Tenía tan asumido que lo asociado a lo femenino era negativo, y que yo no quería perderme las cosas buenas de este mundo, que aceptaba buenamente que ‘mi liberación tenía que pasar por actuar como un tío’. En otras palabras: demostrar que podía ser como un tío. Afortunadamente, mi recorrido posterior en el feminismo me hizo darme cuenta de esa trampa androcéntrica y modificar mucho mi perspectiva en el asunto y recorrer un camino que me llevaba hacia una liberación bastante más auténtica que ese otro corsé que me había(n) impuesto.

Pero una de las cosas que más recuerdo de esa etapa era esa actitud cómplice con el universo masculino. No sé cuántas veces habré escuchado eso de ‘eres guay, eres como un colega más’. A mí eso me parecía estupendo, claro. Pero es mentira: soy mujer y he sido socializada como tal. Las exigencias sociales se me hacen como mujer, porque no deseo ni deseaba realmente convertirme en un hombre. Simplemente no perderme ‘lo bueno’, ni tener que conformarme con el reducido espacio y pronóstico de las vidas femeninas impuestas socialmente. Pero esto entre otras cosas me proporcionó la muchas veces dolorosa oportunidad de escuchar a los tíos y sus opiniones sobre las mujeres, cuando están en plena confianza. Y no es por nada, pero en general DAN ASCO.

Los chicos juegan desde pronto a evaluar el físico de las chicas, porque asumen, claro, que es su papel. Que las mujeres estamos en el mundo para ellos. La cosificación femenina, hablar sobre las tetas de una, el culo de la otra, o que una es fea pero se la follaban de espaldas. Mensajes claros de cánones de belleza imperantes. E incluso jugar a dr. Frankestein: crear la mujer ‘físicamente perfecta’ desmembrando y cogiendo partes del cuerpo de cada chica.

Y te aguantas las ganas del #notallmen. Las mujeres somos tratadas como mierda, no es como para que os sintáis ofendidos por no explicitar estupideces a cada rato. El problema que expongo es otro. Y es la complicidad de muchas que hemos sido o somos ‘la tía guay’, ‘la que es como un colega más’, ‘la que no te va a incomodar cuando comentes algo hiriente’. La que va a sonreír y te va a reír las malditas gracias. Y la necesidad de los tíos de poder expresar en voz alta su juicio sobre el aspecto, el cuerpo, el físico de las mujeres.

Pero el caso es que como a mí también me atraen sexualmente algunas mujeres (al igual que no me atraen todos los hombres, sino sólo algunos, vaya), parece que se abre la veda y más de un amigo siente esa imperiosa necesidad de compartir conmigo su valoración de los cuerpos de las mujeres que ve por ahí o existen en nuestro mundo. Muchos chicos que se autodenominan feministas siguen deseando mantener ese privilegio de la evaluación contínua y en voz alta de los cuerpos femeninos. Que si lo buena que está esta, que si esta otra qué trufa, etcétera. A mí esto me toca los huevarios, porque bastante tenemos las mujeres con recibir tropemil impactos diarios sobre una imagen de belleza inalcanzable, como para bajar a tomarte una cerveza y que te vuelvan a dejar claro cuál es el esteriotipo básico. Y no, mi deseo no es que ‘nosotras hagamos lo mismo’. Eso sí, cuando alguna lo hace, siempre hay alguno que te menciona ‘si eso no es ejercer una presión igual sobre el físico masculino’. Y mi primer instinto es estamparle un puñado de mierda en la cabeza. Qué sensibles de repente.

Yo, como ya sabéis quienes me conocéis, soy muy cómplice y amable con quien tengo que serlo, pero me convierto en cánida encabronada cuando tengo que dar la colleja pertinente. No, lo siento, no estoy ahí para que puedas compartir conmigo tus privilegios de macho. Y ni siquiera es porque mis gustos sobre chicas preciosas no vayan a coincidir con los tuyos. Es porque creo que el hecho de que tengáis esa ‘necesidad imperiosa’ de decir en voz alta ‘qué buena está ésta’y ‘joder vaya culo tiene esta otra’ sigue siendo un aprendizaje social de lo que es ser hombre en esta sociedad, y que implica la idea de que estamos ahí para vuestro juicio.
Y en serio, no es agradable, como mujer, saber que por la calle habrá otros tíos jugando a lo mismo con mi cuerpo. Así que lo siento (en realidad, no, es sólo una expresión), no soy ‘un colega más’. No te voy a reír la gracia, y no intentes convencerme con el truco de la complicidad. Tampoco me vendas la moto con tu currículum feminista ni que te has criado en una casa de todo mujeres. Has sido socializado como hombre y has aprendido que estamos ahí para tu disfrute estético. Y no. Estamos ahí para nosotras mismas.

Cuando nos acusan de sexismo al denunciar el sexismo.

Intento no pedirle peras al olmo. Procuro ir por la vida asumiendo que la gente no ha estudiado lógica ni sabe de falacias argumentales… Hay quien me insiste en que asuma que la gente no piensa, pero tengo como una jodida vena filantrópica que me impide darlo todo por perdido.

El caso es que me apetece dejar claros unos puntos básicos:

-No veo grandes diferencias “naturales” entre hombres y mujeres que definan sus capacidades, tanto intelectuales y sociales como incluso físicas, al menos en lo que a buena parte de las actividades se refiere. Además, concibo que las oportunidades deben ser las mismas, entendidas estas como oportunidad de autorealización de cada persona, según su propio criterio y dirección. Así que por eso digo “hombres y mujeres somos iguales” (perdón por el binarismo, y dejo caer que existen más posibilidades y que además, también son y deben ser iguales) .

– Sin embargo, vivimos en una sociedad que marca enormes desigualdades entre hombres y mujeres. Esta situación de desigualdad hace que la situación de partida de unos y otras sea muy diferente, y por ello en ocasiones harán falta medidas correctoras, si es que deseamos alcanzar una igualdad real. Y para que se entienda mejor, haré uso de una explicación matemática:

Si tenemos 3 y 8, la diferencia es de 8-3= 5.
Si a 3 y a 8 les sumamos 7, tenemos 3+7=10 y 8+7=15.
Les hemos “tratado igual”, pero como vemos, la diferencia entre ambos permanece: 15-10=5.
Por lo tanto, la forma de corregir esto, sería sumando más al 3 que al 8, por ejemplo: 3+7=10 , 8+2=10.

– Cuando acusamos que las mujeres sufren ciertas situaciones, o mencionamos que los hombres actúan de determinada manera, generalizamos, sí. Porque hay diferencias estadísticas notables, que son las que nos indican que existe una desigualdad. Existen casos particulares, pero si estudias un poco de estadística, sabrás que el comportamiento de tu prima Paqui, super mandona con su novio Juan, no influye en los resultados. Cuando decimos que los hombres suelen copar el turno de palabra en asambleas, por ejemplo, no quiere decir que lo lleven en el cromosoma Y, y nosotras, pobres idiotas, en la repetición del X el dejarnos pisotear en la asamblea. Pero como nos construímos socialmente según el género, pues es más habitual que una mujer sea callada y con voz bajita y suave y un hombre más charlatán y con voz potente y tal. Lo que hemos aprendido. Eso no quiere decir que no pueda haber casos de lo contrario, yo misma hablo alto cuando quiero que se me oiga. Si al mencionar esta situación desigual, sexista, le das la vuelta y me acusas de “sexismo”: estás suponiendo que los hombres esto y lo otro, yo creo en la igualdad, no creo que haya que tratar diferente a las personas, ñañañaña… pues considero que o bien eres idiota o que usas estratagemas para mantener las cosas como están.

-Sobre la Diferencia. Existen ciertas cosas que nos hacen diferentes y conviene tenerlo en cuenta, porque sino, caemos en un modelo androcéntrico, en el que asumimos que todo ser humano debe medirse en base al varón blanco sano occidental de mediana edad. Y como ejemplo, mentaré el de los fármacos: Los fármacos se diseñan y se prueban en varones. El resultado de esto es que las mujeres padecemos más efectos secundarios, la sintomatología de varias enfermedades no es exactamente la misma en muchos ejemplos, etc. Hace muy poco tiempo que ha empezado a cambiar algo la cosa, por lo que los efectos a largo plazo aún no se conocen. Los contaminantes también nos afectan de forma especial, por distribución y proporción de grasa corporal y elementos liposolubles, y un largo etcétera. Esto, claro, repercute en la salud de las mujeres. Tener en cuenta Diferencias y hacer ciertos ensayos con sesgo de género (los que no tienen apellidos también lo son, son sesgados en el hombre, pero como no llevan apellido porque se asume, no nos enteramos), no es lo contrario a un trato igualitario. Lo contrario al trato igualitario es la desigualdad, no tener en cuenta las diferencias, precisamente para atender a esa igualdad de oportunidades, como es la salud. Yo tengo derecho a una vida saludable tanto como el maromo que se me sienta al lao en la sala de espera. Si para eso tienen que tener en cuenta que tengo útero y determinados ciclos hormonales, no veo que eso signifique que vayan a tratar peor al chico, la verdad.

-Cuando al mencionar actitudes sexistas, desiguales, etc, nos venís con la igualdad, como si esta ya fuera una realidad, como si viviéramos ya en el paraíso de la igualdad de género (y de razas, y sin clases sociales, y sin homofobias,… ya puestas a pedir!!), siempre me viene a la cabeza lo mismo: Si yo quiero ir a Valencia, mejor que asuma que NO estoy en Valencia y que tengo que hacer una serie de acciones que me lleven a Valencia: coger el metro para ir a la estación de autobuses, comprar billete de autobús, montarme en el autobús… Si quiero ir a Valencia y lo que hago es “jugar a que ya estoy en Valencia”, pues nada, padeceré un divertido desorden mental que no me lleva a ninguna parte, y mucho menos a Valencia. Pero tan ricamente, oye. Así que lo siento (en realidad no, es sólo una expresión), pero una parte fundamental del camino a la Igualdad es asumir que VIVIMOS TODAVÍA EN LA DESIGUALDAD, para tomar una serie de medidas que nos encaminen a la Igualdad.

Y resumiendo, queridas, queridos, querides:
No hay mayor esclavo que el que se tiene por libre sin serlo.

Datos de mujeres

algunos datos sobre mujeres, del SIGI (2001), Sisterhood is Global Institute, Canadá

La siguiente selección de estadísticas procede de la página del SIGI [Instituto [“La solidaridad entre mujeres es global”] de Canadá, cuya fundadora es la interesantísima Robin Morgan, autora de The Demon Lover. On the Sexuality of Terrorism, entre otros. Los datos estaban actualizados al 6 de julio del 2001.

VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN TIEMPOS DE “PAZ”
6.000 niñas sufren mutilación genital cada día; más de 200.000 al año (2000)
5.000 novias son asesinadas o se suicidan al año en India porque se considera que sus dotes son insuficientes (2000)
1 de cada 5 mujeres será víctima de una violación en Estados Unidos. Las mujeres son violadas cada 3 minutos. El 55% de las estadounidenses han sufrido una violación o abusos físicos. 10 mujeres mueren diariamente a manos de sus maltratadores (1998).
La 1/2 de todas las personas asesinadas son mujeres que mueren a manos de sus compañeros en Rusia (1995).

VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN LOS CONFLICTOS ARMADOS
Cuando se desata un conflictos, las mujeres y las y los niños son vendidos como esclavos.
En la ex Yugoslavia, 20.000 mujeres y niñas fueron sistemáticamente violadas por ambos bandos del conflicto durante los primeros meses de la guerra.
El 75% de la población refugiada y desplazada del mundo son mujeres que han perdido a sus seres queridos y sus hogares. Como refugiadas, las mujeres son particularmente vulnerables a la violencia sexual mientras huyen, en los campamentos de refugiados y/o cuando se las reasienta (2000).

LAS MUJERES Y EL TRABAJO
El 90% de la fuerza laboral rural femenina recibe el nombre de “amas de casas”, quedando excluidas de la definición de actividad económica.
Tanto en los países desarrollados como en los que se están desarrollando, las mujeres trabajan 35 horas más que los hombres a la semana (1996).
Las mujeres producen el 80% del alimento del planeta, pero reciben menos que el 10% de las ayudas a la actividad agrícola (1995).
Las mujeres son el 82.3% de los trabajadores de las Zonas de Procesamiento para la Exportación (EPZs, en inglés), que son zonas industriales libres de impuestos para la compañías extranjeras y donde los derechos laborales a menudo no existen, por lo que no tienen ningún tipo de protección. En 1995 había EPZs en 60 países del mundo, principalmente asiáticos (1995).

LAS MUJERES Y LA EDUCACIÓN
2/3 de la población analfabeta del mundo, que es de 876 millones, son mujeres (2000).
Las mujeres son el 29% de la población mundial que usa Internet. En Filipinas, Croacia, Francia, Suecia, Australia y EE.UU. representan más del 40% de la población usuaria.

LAS MUJERES Y LA SALUD
La malnutrición es más común entre las mujeres que entre los hombres, en todo el mundo.
Las niñas son poco valoradas, se las da de comer peor y reciben peores cuidados médicos. Tradicionalmente, las mujeres comen las últimas y menos, y no consiguen más comida aunque estén embarazadas o enfermas.
En 1999 y 2000 las tasas de natalidad descendieron en todo el mundo.
Unas 600.000 mujeres -1 cada minuto- mueren al año de causas relacionadas con el embarazo. Son muertes que mayoritariamente podrían haberse evitado (1997).
El riesgo de morir por causas relacionadas con el embarazo es de 1 de 16 mujeres en África y 1 de 1400 en Europa (2000).
Desde 1980, las tasas mundiales de cáncer de pecho han aumentado un 26%.
El 95% de las personas que padecen anorexia son mujeres; y éstas son el 90% de personas que padecen abulimina.
En EE.UU., 7.000.000 de mujeres sufren de desórdenes alimentarios y 150.000 mueren de anorexia anualmente (1995).

LOS DERECHOS DE LAS MUJERES SOBRE LA REPRODUCCIÓN
El 62 % de la población mundial vive en naciones en las que el aborto inducido se permite sin que tengan que darse razones o bien donde se permite por una gran variedad de razones; mientras que el 26% de la población reside en países donde el aborto se encuentra generalmente prohibido (2000).
50 naciones, que albergan al 41% de la población mundial, permiten el aborto sin restricciones. Entre ellas, Canadá, China, Sudáfrica y Guayana (2000).
14 naciones, con el casi 14% de la población mundial, permiten que se aborte por razones socioeconómicas. Entre ellas, India, Gran Bretaña y Zambia (2000).
20 naciones, con el 3% de la población mundial, permiten que se aborte cuando la salud física o mental de la mujer, o su vida, están en peligro. Entre ellas, Jamaica y Botswana (2000).
33 naciones, con el 10% de la población mundial, permiten el aborto para proteger la vida y/o la salud física de la mujer. Argentina, Etiopía y Arabia Saudí, entre otras (2000).
74 naciones, con el 26% de la población mundial, tienen leyes que o bien no permiten el aborto a no ser que la vida de la mujer esté en peligro, o bien lo prohíben totalmente. Brazil, Nigeria e Indonesia, entre otras (2000).
En el África subsahariana, el 30% de las mujeres que no querían tener más hijos/as o que preferían posponerlo no pudieron disponer de contraceptivos. Los niveles de uso de métodos contraceptivos en la región caen por debajo del 20%. La tasa de fertilidad en esta región es de las más altas del mundo, con 5.4 partos por mujer (2000).
20 millones de abortos al año se realizan en malas condiciones, a consecuencia de lo cual mueren 70.000 mujeres (1997).

LAS MUJERES Y EL DINERO
En ningún país del mundo los salarios de las mujeres son iguales a los de los hombres (2000).
Las mujeres son propietarias de aproximadamente un 1% de la tierra del mundo (1995).
El 70% de las personas en pobreza grave (que viven con menos de un dólar diario) son mujeres (UNIFEM, 1995).
Sólo el 5% de las mujeres que necesitan un microcrédito lo reciben (1995).
En Silicon Valley, por cada 100 acciones en Bolsa poseída por un hombre, sólo 1 es de una mujer (1995).

http://www.alasbarricadas.org/forums/viewtopic.php?f=10&t=5552

DEDICADO A UNA NIÑA

de Maria Teresa D’Antea

Escucha niña, cuando te alaben llamándote bella,

o te humillen llamándote fea, no escuches a nadie.

Sólo quieren encerrarte en el espejo de una soledad diferente.

Tú debes vivir, no debes agradar, la belleza está en la vida.

Cuando te leen Caperucita Roja, te quieren mostrar el miedo

de escoger por tí misma el camino.

Estate atenta, niña, los verdaderos lobos

son todos aquellos que matarán tu libertad.

Cuando te leen Blanca Nieves es para convertirte en sirvienta,

aunque sea de un hombre tonto y enano. Rebélate, niña !!

es humillante servir si no es un gesto recíproco.

Cuando te lean la Bella durmiente te están inyectando

un potente veneno para frenar tus ideas,

así, cuando seas mayor, u hombre sin muchos problemas será

dueño de tu cerebro. No te duermas, niña !!

Tu inteligencia les da miedo, por eso te llaman tonta.

Pero , cuando te dicen que eres inteligente,

no te fíes demasiado, niña, quieren quizás intentar que aceptes sus posturas interesadas.

Cuando te dicen que eres dulce y buena, ponte en guardia,

quieren decir que te tienen en el bolsillo y controlan los latidos de tu corazón. ¿ Eres dulce o te han domesticado ?

Cuando te dicen que eres pulida y ordenada, pobre niña,

estas ya enmohecida, han hecho de tí una estatuita

que no se ensucia porque no se mueve.

Cuando te enseñan a vivir triste, prueba la locura, niña.

El dolor es una realidad que se debe afrontar cuando se presenta,

no un valor sobre el cual edificar la vida.

Sobre nuestras rentas infelices demasiados hombres han vivido de renta. La felicidad es el mayor desafío. ¿Quién cree ya que es una utopía?

Mucha suerte, niña ( María Teresa D´Antea )

Más de salud y mujer

Artículos de Diagonal sobre este tema.

El uso creciente de sustancias químicas en el lugar de trabajo como método de lucha contra las plagas de insectos o como agentes de limpieza, y sus interacciones, están resultando un serio peligro para los seres humanos. La exposición continuada a estas sustancias en el ámbito doméstico o en lugares públicos, a través del aire, el agua o los alimentos, aunque sea en dosis más pequeñas, multiplica los riesgos y los efectos secundarios en las personas, hasta ahora mal estudiados y poco comprendidos.

Tradicionalmente, el riesgo por plaguicidas se ha vinculado a los procesos de fabricación, formulación y aplicación de esos productos en la agricultura. Sin embargo, la utilización cada vez más frecuente de plaguicidas para desinsectación de edificios está suponiendo un riesgo laboral para muchos trabajadores/ as de oficinas, centros docentes, sanitarios o comercios, con el agravante de que suele pasar inadvertido al no corresponder a la propia actividad o naturaleza del trabajo desarrollado. Por esa razón, casi nunca es identificado ni evaluado y, por tanto, no es adecuadamente controlado.

¿Por qué las exposiciones a pesticidas afectan más a las mujeres que a los hombres? Los insecticidas que tienen moléculas de cloro actúan, además de como neurotóxicos, como disruptores endocrinos. Tienen la característica común de ser solubles en las grasas y, por tanto, se depositan en las células grasas del cuerpo. Dado que las mujeres poseen de forma natural de un 15% a un 20% más de células grasas que el hombre, los efectos a largo plazo serán mucho más prolongados e intensos en el sexo femenino.

Por otra parte, dado que la mayoría de los plaguicidas actúan paralizando el sistema nervioso de los insectos, los efectos neurotóxicos en el ser humano serán más intensos cuando las neuronas dispongan de poca oxigenación (anemia) o de falta de ferritina (carencia que impide el transporte de hierro, en especial en las neuronas).

Y dado que durante la edad fértil (14 a 50 años) la mayoría de las mujeres sufren algún grado de anemia o ferropenia, la vulnerabilidad del sexo femenino a los productos neurotóxicos es, también, superior a la del sexo masculino. En muchos plaguicidas, los combustibles y plásticos actúan como xenoestrógeno (substancias sintéticas que llegan al organismo procedentes del ambiente exterior y que, una vez dentro, se comportan como estrógenos fuertes). Los estrógenos son una de las hormonas sexuales femeninas. En las mujeres expuestas a estas sustancias se ha observado, entre otros efectos sobre la salud, el aumento de la incidencia del cáncer de mama.

Casos de intoxicación
Algunos de los datos que se aportan a continuación se basan en el seguimiento realizado a las trabajadoras y trabajadores del Servicio de Microbiología de un hospital de Barcelona que en agosto de 1994 resultaron intoxicados en su lugar de trabajo por insecticidas ambientales, piretroides y organofosforados. Se hizo un seguimiento de 13 años a 581 personas expuestas (443 mujeres y 138 hombres) y de las personas afectadas (268 mujeres y 10 hombres). Las personas más afectadas fueron las que volvieron a ser expuestas a las fumigaciones durante varios días y las empleadas de limpieza, debido a que la aplicación de productos de limpieza en el suelo y en los rincones se acumula.

Los trastornos que afectan específicamente a las mujeres son aquellos relacionados con la salud reproductiva (malformaciones congénitas, abortos espontáneos, prematuridad, esterilidad) y con el ciclo menstrual (más corto, sangrado abundante, coágulos, incremento del síndrome premestrual, de los fiobras uterinos o la mastopatía fibroquística).

Otros síndromes de las personas expuestas a pesticidas y que son más frecuentes en mujeres son el síndrome de fatiga crónica, el síndrome de estimulación de la autoinmunidad (el cuerpo se defiende de sí mismo) y el síndrome de hipersensibilidad química múltiple (no pueden utilizar aerosoles, no pueden ir a cines o a espectáculos públicos, no pueden estar en las áreas de los supermercados de productos de limpieza, dificultad para respirar al circular por calles con mucho tránsito de vehículos).

La exposición a organoclorados y organofosforados puede producir graves efectos para la salud. El diagnóstico es difícil de realizar y tanto las personas expuestas como las/os profesionales sanitarios pueden atribuir los síntomas a problemas psicológicos. Estos efectos son más graves y persistentes en mujeres. Cuando las personas afectadas se reexponen accidentalmente a uno de estos productos vuelven a reproducir los síntomas. Por todo ello es preciso que éste sea considerado un problema de salud pública y afrontado como tal.

http://www.diagonalperiodico.net/Pesticidas-un-problema-de-salud.html

http://www.diagonalperiodico.net/Agrotoxicos-venenos-cotidianos-y.html?id_mot=109

De agresiones y responsabilidades

Os presento un artículo conjunto con Liberty Cravan, publicado en Regeneración, un proyecto libertario de comunicación social al que deberías poner en favoritos;)

http://www.regeneracionlibertaria.org/de-agresiones-y-responsabilidades

 

 

Después de una noche de fiesta, una joven vuelve a su casa. La calle, que por el día está llena de sonidos y colores, se encuentra ahora tranquila, fresca e iluminada solo por la luz amarillenta de las farolas. Antes de entrar, decide sentarse un rato a ver si el aire fresco le despeja un poco.

La escena es habitual. Seguramente much@s sonreiremos al leer esto, porque nos hemos visto reflejad@s en esta situación. Volver a casa después de haber salido y detenernos un momento en la calle antes de subir, para ver si el fresco nos espabila.

En el momento en que esta chica se encuentra repasando lo ocurrido a lo largo del día, aparece un hombre y, antes de que pueda reaccionar, la inmoviliza y comienza a toquetearla, sobándole las tetas debajo del sujetador.

Aquí nuestras sonrisas de complicidad se congelan, desaparecen. La escena varía, la mayoría ya no nos reconocemos en esa situación en absoluto. Alguno empieza a pensar que no debería haberse parado. A quien se le ocurre, es que hay que tener más ojo, ir por ahí sola

Eso supone cambiar la forma de valorar una decisión por algo que sucede a posteriori. Tras leer los primeros párrafos, muchas personas hemos pensado: Sí, te entiendo, esa maldita última copa que nunca deberías haber bebido… Nos sentimos cómplices. Tras la agresión, que ocurredespués, modificamos nuestra opinión sobre lo que sucedió antes. De forma que pasamos a considerar a esta chica como imprudente.

Si antes nos parecía fenomenal, una cosa totalmente normal. ¿Por qué la actuación del agresor cambia la valoración que damos a la actuación de la persona agredida? Sencillamente porque “vivimos en una sociedad donde se enseña a las mujeres a evitar las agresiones, en vez de enseñar a los hombres a no agredir”. En realidad lo que hacemos, conscientemente o no, es responsabilizar en buena medida a la mujer por lo sucedido.

El mismo trato le espera al llegar a comisaría. Tras decidirse a denunciar lo ocurrido, la policía, además de recordarle lo imprudente de su acción y entre otra batería de preguntas, le cuestiona cómo iba vestida. ¿Por qué? ¿Es un intento de determinar si iba provocando? ¿Las mujeresprovocamos agresiones? ¿Cómo? ¿Al vestirnos del modo en que mejor nos parezca estamos invitando a alguien a abusar de nuestro cuerpo?

El mismo día, en otro lugar, una mujer es violada por policías. Esto nos parece aberrante, nada más leerlo torcemos el gesto.

Si especifico que ha sucedido en Túnez, nuestro semblante se relaja en parte. Los prejuicios hacia el mundo árabe nos lo permiten. Esas cosas pasarán allí, no aquí. Nuestra islamofobia, más o menos acentuada, nos ayuda a comprender una situación que antes considerábamos inaceptable. De ese modo, que en nuestro país exista también un largo catálogo de mujeres violadas por distintas figuras policiales no importa.

En Túnez también tuercen el gesto si les hablo de una mujer violada por policías. Pero, ¿qué ocurre cuando les comento que la chica, al ser detenida, se encontraba en posición cariñosa con su novio en un lugar escondido pero público? El efecto que resulta es el reflejo de nuestra reacción ante la primera agresión narrada, tal como si nuestro razonamiento se mirase al espejo.

La gravedad de la violación policial a la mujer, que sucede después, se valora en función de lo que ella hacía antes. ¿La violación está justificada si la chica se encontraba con su novio intercambiando caricias, pero no si, por ejemplo, esperaba el autobús? ¿En qué modifica eso el hecho de que un par de policías decidieran violar a una joven?

Para más inri, ha sido acusada por “ofensas al pudor”. Nótese que ha sido acusada ella y solo ella, el novio parece que no estaba cometiendo ninguna ofensa, estas cosas solo las podemos cometer las mujeres.

¿Por qué se me ocurre juntar estos dos sucesos en un mismo artículo? Porque un mismo matiz subyace en ambos: la responsable de la agresión es la mujer, por hacer algo que no debía. No debía hacerlo porque es mujer. Hay cosas que un hombre puede hacer, pero una mujer no. Hasta en los círculos menos reaccionarios se escuchan suspiros de resignación.Qué se le va a hacer, las cosas son así; vosotras sois más débiles, tenéis que protegeros.

La estrategia elegida para esa supuesta protección es la del miedo. No solo no se enseña a los hombres a respetar y valorar a las mujeres. A los hombres se les muestra la mujer como objeto para su disfrute (televisión, publicidad, pornografía…) mientras a nosotras se nos atemoriza desde pequeñas en lugar de aportarnos herramientas para la autodefensa. Se nos insiste en nuestra debilidad e incapacidad de enfrentamiento. Nuestra estrategia debe ser siempre la de evitar de todas las formas posibles llegar a encontrarte en esa situación: evitar ir a determinados sitios, a determinadas horas, ir sola, etcétera. Evitar y evitar. Hay que evitarlo todo. De otro modo, si nos pasa algo, la culpa es nuestra, de nuestra indumentaria, de nuestra actitud, …

En lugar de conseguir que la ciudad sea un lugar seguro para tod@s, a lo que se aspira es o bien a encerrarnos en lo más alto de las más altas torres, o ser escoltadas por nuestro príncipe azul. En lugar de empoderarnos, de educarnos en la seguridad en una misma. Si somos más débiles, deberíamos ser educadas para que esa diferencia disminuyera, no se agrandara. Aprender técnicas de autodefensa, pero contando con que lo primero es sentirnos capaces. En fin, poder ser personas capaces de vivir libremente.

Hombres feministas y cánones de belleza femenina

Pues estaba yo un día viendo una peli con un amigo, la de Lobo de Wall Street. En sí la película transmite perfectamente un mundo puramente androcéntrico y desde luego no pasa ni de coña ningún test que indique ni ligeramente que transmita valores de equidad de género. Las mujeres que salen, están para ser folladas y estar muy buenas, que no os olvidéis que es nuestra misión en la vida. y eso lo sabes desde antes de darle al play. Te vas a encabronar porque no es que tengas gafas violeta, sino que llevas implantes en la retina. Pero te preparas para ver otras cosas interesantes que pueda transmitir la peli.

Aunque vayas preparada, al igual que lo que nos pasa a ese 85% de mujeres que se sienten peor con su cuerpo y su autoimagen tras ojear 10 minutos de la típica revista Cosmo, tras el despliegue de chicas con piernas kilometricas senos turgentes, vientre plano y silueta de revista, te sientes como más fea y más gorda y menos sexy de lo que te sentías esa misma mañana.

Vale, no pasa nada, una activa su mecanismo de defensa, y empiezas a reflexionar que además de que hay muy pocas mujeres en el mundo con ese arquetipo, son mujeres con un peso muy inferior a la media e incluso a lo que se considera saludable, que viven para eso, y que además lo que estás viendo no son mujeres reales porque están retocadas por photoshop, que tú no tienes que parecerte a eso y que eres rebonica y que no te sientas mal con tu cuerpo, etcetera. Y estás en este conjunto de pensamientos cuando tu compañero de sofá no puede evitar soltar un grito de macho babuíno: ‘JODER QUÉ BUENA QUE ESTÁ’.

Y yo igual soy muy quisquillosa, pero me sentó jodidamente mal. Un tío que me ha mostrado en muchas otras ocasiones su compromiso con el feminismo y acaba de convertirse en un mono de culo rojo. Además de sufrir un cortocircuito, sentí cierta decepción y sin embargo no reaccioné en ese momento. Os sonará lo de “no querer contrariar’, verdad queridas? Me jodió también, todo hay que decirlo, debido a la atracción que yo sentía por este chico. Y ahí que mi mecanismo de defensa se quedó averiado un rato. Vaya, que menuda chafada…estos son los cuerpos que le gustan? Porque ese es el mensaje que me acabas de lanzar, querido.

Y esta anécdota, que puede parecer insulsa, a mí me sirve para reflexionar sobre algo más amplio. Me sorprende bastante que muchos hombres que se autodenominan feministas rechacen de plano el replantearse sus gustos estéticos. Y además, que se vean en la imperiosa necesidad de anunciarlos públicamente, pero esto es para otro artículo. Que naturalicen (como si el concepto de belleza y su relación con la salud no fuera un invento reciente y en realidad lo que expresa es belleza y clase) o vean normal que les gusten las modelos de lencería prototípicos, aunque ‘las chicas de Dove también están muy bien’, pero no nos engañemos, las que están más arriba en la jerarquía estética, son del tipo Victoria Secret. O eso veo, eso escucho, eso leo y eso me justifican. Sin plantearse si esos gustos, ese concebir ‘la que está buena es esta, y de ahí ‘para abajo’ me las follo alegremente, pero el premio gordo sería la supermodelo’, le vienen dados desde fuera.

Y a mí esa especie de construcción jerárquica me parece deleznable. A mí, que también me siento atraída por chicas, no me atraen ese tipo de mujeres. Y no porque caiga en el juego eterno de que ‘las guapas tienen que ser tontas’. No, no. Ni arpías, bordes, creídas, etcétera. Es simplemente que me gusta darme la oportunidad de elaborar mis propios gustos y me gustan más otras chicas y lo que para mí es ser guapa, o ‘estar buenísima’. Y puedo ser igual de superficial en mi juicio, hablo meramente de atracción física ahora mismo. Algo que por supuesto se modifica con la atracción emocional o intelectual que una persona te produce

Será porque cuando veo los anuncios, tengo activado mi visor de ‘photoshop, esto no es real, y qué demonios, daría igual que lo fuera porque no tendrías por qué convertirte en eso’. Y pienso en chicas que viven a dieta, con todo su tiempo para dedicarlo a eso, que normalmente tienen un IMC por debajo del saludable, y que encima han sido maquilladas a lo bestia, con una iluminación determinada, y retocadas después por ordenador. Será que a través de eso he desarrollado el gusto por otros arquetipos, precisamente por rechazo al daño que a mí misma y a tantas amigas nos ha provocado este estúpido y esclavizante mito de la belleza. Y sobre la obsesión por adelgazar y vomitar o matarse de hambre que no se confiesan, sopena de ser tratada como una superficial sólo centrada en el físico, tengo que escribir también otro día.

Tampoco me gustan los modelos de anuncio de calzoncillos. También se me enciende la alarma del photoshop, o de que tiempo de más que se pasa en el gimnasio, tiempo que le quitas a otras partes de la vida, entre ellas una visita a la biblioteca. Aunque también sea cierto que ‘estar cachas’ no es sinónimo de lerdo sin sustancia. Ok. Pero no puedo ni quiero evitarlo, me ponen más otros cuerpos.

Me he replanteado a lo largo de mi vida qué es lo que me bombardea cotidianamente la publicidad y si realmente esos son los cuerpos que yo deseo o si voy a condicionar mis gustos a lo que me venda una maldita tele. Y la verdad es que no. He follado con una amplia variedad de cuerpos y rostros muy diversos, y mi conclusión es que no tengo yo esas tentaciones de tener a modelos de Calvin Klein en la cama (o el coche, o el parque, o donde sea). Aunque alguna vez haya bromeado con ‘bomberos en lucha’. Los cuerpos que en general me gusta lamer, besar, acariciar o arañar o los tíos en los que pienso cuando me masturbo, no saldrían en ninguna portada…eso que se pierden sus lectorxs. Y me siento muy a gusto por verme (o haberme) liberada de ese tipo de jerarquías físicas.

Ya sabéis, existe cierta especie de ‘yo te quiero como eres, aunque ya si fueras tú pero en este cuerpo de anuncio, molaría que te cagas’. O si estuvieras más cachas/buenorra. Mmhno. Y no es si quiera ese ‘acepto’ tu cuerpo ‘porque te quiero’. No. Sino mas bien: ‘Es que me pones mucho, y es tu cuerpo, y es tu postura, y es tu actitud, y tu lenguaje corporal, y tu jodida sonrisa, y la mirada, y la forma de andar, o de coger las cosas, o de escribir, o de apartarte el pelo. Y eso es incluso al margen de que me parezcas interesante o inteligente. Todo eso es físico también, e igual de superficial quizás. Porque no significa que todas las personas que me caen bien, que me parecen inteligentes, de vida apasionante, cerebros a absorber, me las quiera follar. Ni lo contrario, que no me despierte deseo sexual una persona que no conozco de nada. Sí, no soy tan marciana, sigo juzgando por el físico mi primera atracción sexual, aunque esta pueda cambiar, para bien o para mal, una vez que intercambiamos palabras.

Simplemente sucede que me niego, y me está saliendo muy bien, a que me impongan con su maldito bombardeo mediático hasta los cuerpos que tienen que hacerme lubricar. Que quien te tiene que parecer guapo es este futbolista, este actor y este modelo. Y que digan lo que digan, nos gustan los tíos así y las tías asá. Y que en realidad lo más que hacemos es conformarnos, con nuestros propios cuerpos o con los de nuestrxs compañerxs sexuales. Conformarme yo? No, no, yo disfruto y aspiro a lo que más me provoca atracción, deseo, placer. Cómo? que es el mercado quien va a marcar mis gustos en eso?? Nanaina, que no!!

Prove it on me

Ma Rainey, tuvo los ovarios de cantar su lesbianismo jugando con la ironía…
mujer, negra, lesbiana en EEUU en la primera mitad del siglo XX,
… mientras algunas pedorras blancas cantan chorradas mendigando amor, las Damas del Blues iban a otra cosa.

Prove it on me…

 

Went out last night, had a great big fight
Everything seemed to go on wrong
I looked up, to my surprise
The gal I was with was gone.

Where she went, I don’t know
I mean to follow everywhere she goes;
Folks say I’m crooked. I didn’t know where she took it
I want the whole world to know.

They say I do it, ain’t nobody caught me
Sure got to prove it on me;
Went out last night with a crowd of my friends,
They must’ve been women, ‘cause I don’t like no men.

It’s true I wear a collar and a tie,
Makes the wind blow all the while
Don’t you say I do it, ain’t nobody caught me
You sure got to prove it on me.

Say I do it, ain’t nobody caught me
Sure got to prove it on me.

I went out last night with a crowd of my friends,
It must’ve been women, ‘cause I don’t like no men.
Wear my clothes just like a fan
Talk to the gals just like any old man

Cause they say I do it, ain’t nobody caught me
Sure got to prove it on me.

Ecofeminismo

La primera vez que oí hablar de ecofeminismo, no me convenció mucho el término ya que supuestamente se basaba en cierto “esencialismo” en el cual las mujeres estamos más ligadas a la naturaleza de forma…pues eso, esencial…por naturaleza femenina. Esa es la propuesta que leí a Vandana Shiva, activista india y ecofeminista. Su labor ha sido loable, no me cabe duda. Pero no comparto su opinión. Es más, creo que tanto Oriente como Occidente somos ambos víctimas del sistema binomial y la dicotomía. Pero en otras sociedades no existen esas divisiones hombre/mujer,  cultura/naturaleza, público/privado, ración/emoción, dominación/sumisión, fuerza/debilidad, competición/cooperación, etc. En el que si no me he confundido de orden, las primeras son asociadas al hombre y las segundas a la mujer.

Vandana hace algo importante y es que revaloriza esas cosas asociadas culturalmente a las mujeres: la naturaleza, las emociones, la cooperación, el diálogo. Pero yo no creo que seamos en esencia así. Sino que se debe a un constructo cultural. Y genial, pues, porque resulta que existen otros ecofeminismos. Por si no teníamos bastante con todos los feminismos!! XD (yo creo que todos tienen cosas interesantes que sacar y que agradecer a las predecesoras).

Y aquí copio un poco fragmentos de unos apuntes de Ecofeminismos de EeA:

-Todos los ecofeminismos comparten la denuncia de una crisis ecológica a la que hay que hacer frente y la idea de que la opresión de las mujeres y la opresión de la naturaleza están interconectadas, por lo que ambas tienen un vínculo especial. Sin embargo, el origen de este vínculo y la manera de plantear las alternativas a estas situaciones es lo que marca la diferencia entre unas tendencias y otras. Algunas, cercanas al feminismo radical, se basan en un esencialismo que conecta a las mujeres con la naturaleza y proponen una cosmosvisión y un misticismo ginocéntrico (donde el centro es la mujer). Otras, se alejan del misticismo pero proponen también una ética y un pensamiento femenino. Por otro lado, encontramos corrientes más cercanas al constructivismo y al feminismo social, con una base materialista que hace hincapié en la necesidad de subvertir estas condiciones materiales entre hombres y mujeres. Todas ellas, junto a muchas otras, construyen el complejo panorama de un movimiento que a veces se ha marcado más por el activismo que por el discurso teórico y que ha sido también encasillado desde el mundo intelectual y académico como una corriente menor y meramente ‘esencialista’.-

 

Aquí es donde yo me doy cuenta de que el ecofeminismo constructivista lo comprendo a la perfección:

Las mujeres tradicionalmente han sido las encargadas de los cuidados y por esto, muchas luchas en latinoamérica contra fitoquímicos que provocaban graves problemas de salud en la población campesina, fueron encabezadas por mujeres: cuidando de la salud de “los suyos”. Asímismo, la feminización de la pobreza apunta a otro detalle: el vínculo de las mujeres con las tierras comunales, al carecer en muchos lugares (y en muchos casos debido a la colonización occidental que exportó nnuestras formas de machismo, ojo) de tierras propias,  son ellas las que primero se levantan en luchas de defensa del territorio ant ataques a este tipo de tierras. Lógico, les va la vida en ello. De esta forma, entendemos qué relación tiene el patriarcado con la ecología.

Además de que la principal sociedad causante de los principales problemas ecológicos viene siendo la Occidntal y buena parte del autoritarismo Oriental…precisamente, quienes tienen ese pensamiento dicotómico (en realidad nace en Oriente y nos llega el flujo filosófico y religioso…pero esto noe s antropología de las religiones). Y este pensamiento dicotómico insiste en 2 listas separadas de atributos “opuestos y complementarios” (claro, el ying y el yang). Y esa forma de entender lo asociado a lo masculino como lo positivo es parte integral de ambos mundos. De forma que exportan también esa dominación en el mundo: en ciertas tribus donde las mujeres tenían también peso y capacidad de decisión, valoradas en la sociedad, fueron las influencias de los colonos las que las relevaron a puestos secundarios.

Añado también que se evalúan los efectos de los contaminantes utilizando sólo hombres en los estudios. Esto invisibiliza los efectos que tienen en las mujeres o niñxs, lo cual redunda en que estos contaminantes sean más perniciosos para nosotras. Así que un motivo más para ese ecofeminismo.