El estrés y la amistad

me hago eco de este post publicado en la web de la librería de mujeres de madrid

http://unapalabraotra.org/libreriamujeres/blog/2011/02/01/la-relacion-entre-el-estres-el-malestar-fisico-y-nuestras-amigas/

 

Las mujeres conectan entre ellas de manera diferente y se proporcionan sistemas de apoyo que las ayudan a lidiar con el estrés y las experiencias difíciles de la vida. Físicamente, esta cualidad  “tiempo para las amigas” nos ayuda a fabricar más serotonina -un neurotransmisor que ayuda a combatir la depresión y puede producir una sensación general de bienestar. Las mujeres comparten sus sentimientos, mientras que los hombres a menudo se relacionan en torno a actividades. Ellos raramente se sientan con un amigo a hablar de cómo se sienten acerca de cualquier cosa, o cómo va su vida personal. ¿Trabajo? Sí. ¿Deportes? Sí. ¿Coches? Sí. ¿Pesca, caza, golf? Sí. Pero ¿sus sentimientos? Muy pocas veces. Las mujeres lo hacen todo el tiempo. Nosotras compartimos desde nuestra alma con nuestras hermanas y, evidentemente, es muy bueno para nuestra salud. El orador dijo que dedicar tiempo con una amiga es tan importante para nuestra salud general como el jogging.

Hay una tendencia a pensar que cuando estamos “haciendo ejercicio” estamos haciendo algo bueno para nuestro cuerpo, pero que cuando estamos hablando con nuestras amigas, estamos perdiendo el tiempo y deberíamos estar ocupadas de forma más productiva. No es cierto. De hecho, dijo que el no crear y mantener relaciones personales de calidad, con otros seres humanos, ¡es tan nocivo para nuestra salud física como fumar!

 

Por lo tanto, cada vez que nos sentemos a charlar con nuestras amigas, date unos golpecitos en la espalda y felicítate por estar haciendo algo útil para tu salud. De hecho, somos muy muy afortunadas.

Así queeeeee… brindemos por la amistad con nuestras amigas.

 

Evidentemente, es muy bueno para nuestra salud.

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Simplemente, me apetece añadir que esto es algo que las mujeres, como colectivo, tenemos bueno y que los hombres, como colectivo, deberían aprender:)

que no todo lo tradicionalmente asignado a las mujeres es malo, ni tenemos que dejarlo de lado para poder escalar a la igualdad de un competitivo mundo varonil, creyendo que todo reside en que “podamos tener los mismos valores que los hombres”.

Naaaaah, no siempre querremos eso. Está bien que queramos aprender a ser independientes y  a ganar fortaleza de carácter. Pero que eso no signifique dejar de lado lo positivo que se nos ha asignado, y que por  mirada androcéntrica, nos hicieron creer que es malo: la sensibilidad, el compartir en vez de competir, la flexibilidad en vez de la rigidez….muchos son los valores tradicionalmente femenimos que no hay que desechar en pos d ela igualdad, sino poner de nuevo en valor.

Porque si la igualdad es que yo tenga que parecerme a esos maromos fríos, distantes, depredadores sexuales y que utilizan a las personas, yo paso de rebajarme a esa igualdad. Prefiero llegar más alto, allá donde mujeres, hombres, transgénero e intersexuales seamos personas con atributos y valores propios, pero donde socialmente se premie dar la mano, en vez de tomar todo el brazo, y así, todxs junticxs, avancemos en un mundo más libre, más diverso, justo y equitativo.

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