Ecofeminismo

La primera vez que oí hablar de ecofeminismo, no me convenció mucho el término ya que supuestamente se basaba en cierto “esencialismo” en el cual las mujeres estamos más ligadas a la naturaleza de forma…pues eso, esencial…por naturaleza femenina. Esa es la propuesta que leí a Vandana Shiva, activista india y ecofeminista. Su labor ha sido loable, no me cabe duda. Pero no comparto su opinión. Es más, creo que tanto Oriente como Occidente somos ambos víctimas del sistema binomial y la dicotomía. Pero en otras sociedades no existen esas divisiones hombre/mujer,  cultura/naturaleza, público/privado, ración/emoción, dominación/sumisión, fuerza/debilidad, competición/cooperación, etc. En el que si no me he confundido de orden, las primeras son asociadas al hombre y las segundas a la mujer.

Vandana hace algo importante y es que revaloriza esas cosas asociadas culturalmente a las mujeres: la naturaleza, las emociones, la cooperación, el diálogo. Pero yo no creo que seamos en esencia así. Sino que se debe a un constructo cultural. Y genial, pues, porque resulta que existen otros ecofeminismos. Por si no teníamos bastante con todos los feminismos!! XD (yo creo que todos tienen cosas interesantes que sacar y que agradecer a las predecesoras).

Y aquí copio un poco fragmentos de unos apuntes de Ecofeminismos de EeA:

-Todos los ecofeminismos comparten la denuncia de una crisis ecológica a la que hay que hacer frente y la idea de que la opresión de las mujeres y la opresión de la naturaleza están interconectadas, por lo que ambas tienen un vínculo especial. Sin embargo, el origen de este vínculo y la manera de plantear las alternativas a estas situaciones es lo que marca la diferencia entre unas tendencias y otras. Algunas, cercanas al feminismo radical, se basan en un esencialismo que conecta a las mujeres con la naturaleza y proponen una cosmosvisión y un misticismo ginocéntrico (donde el centro es la mujer). Otras, se alejan del misticismo pero proponen también una ética y un pensamiento femenino. Por otro lado, encontramos corrientes más cercanas al constructivismo y al feminismo social, con una base materialista que hace hincapié en la necesidad de subvertir estas condiciones materiales entre hombres y mujeres. Todas ellas, junto a muchas otras, construyen el complejo panorama de un movimiento que a veces se ha marcado más por el activismo que por el discurso teórico y que ha sido también encasillado desde el mundo intelectual y académico como una corriente menor y meramente ‘esencialista’.-

 

Aquí es donde yo me doy cuenta de que el ecofeminismo constructivista lo comprendo a la perfección:

Las mujeres tradicionalmente han sido las encargadas de los cuidados y por esto, muchas luchas en latinoamérica contra fitoquímicos que provocaban graves problemas de salud en la población campesina, fueron encabezadas por mujeres: cuidando de la salud de “los suyos”. Asímismo, la feminización de la pobreza apunta a otro detalle: el vínculo de las mujeres con las tierras comunales, al carecer en muchos lugares (y en muchos casos debido a la colonización occidental que exportó nnuestras formas de machismo, ojo) de tierras propias,  son ellas las que primero se levantan en luchas de defensa del territorio ant ataques a este tipo de tierras. Lógico, les va la vida en ello. De esta forma, entendemos qué relación tiene el patriarcado con la ecología.

Además de que la principal sociedad causante de los principales problemas ecológicos viene siendo la Occidntal y buena parte del autoritarismo Oriental…precisamente, quienes tienen ese pensamiento dicotómico (en realidad nace en Oriente y nos llega el flujo filosófico y religioso…pero esto noe s antropología de las religiones). Y este pensamiento dicotómico insiste en 2 listas separadas de atributos “opuestos y complementarios” (claro, el ying y el yang). Y esa forma de entender lo asociado a lo masculino como lo positivo es parte integral de ambos mundos. De forma que exportan también esa dominación en el mundo: en ciertas tribus donde las mujeres tenían también peso y capacidad de decisión, valoradas en la sociedad, fueron las influencias de los colonos las que las relevaron a puestos secundarios.

Añado también que se evalúan los efectos de los contaminantes utilizando sólo hombres en los estudios. Esto invisibiliza los efectos que tienen en las mujeres o niñxs, lo cual redunda en que estos contaminantes sean más perniciosos para nosotras. Así que un motivo más para ese ecofeminismo.

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